3 Ahora declaro que ya no expulsaré a los pueblos que viven en la tierra de ustedes. Ellos les serán espinas clavadas en el costado, y sus dioses serán una tentación constante para ustedes».
3 Pues bien, esto he decidido yo: ¡No expulsaré a esa gente delante de ustedes! Estarán continuamente a su lado y sus dioses serán para ustedes una trampa'.
3 Por lo cual he dicho: No los expulsaré de delante de vosotros, sino que os serán espinas° en vuestros costados, y sus dioses serán trampa para vosotros.
De lo contrario, Dios no expulsará a estas naciones de delante de ustedes, sino que serán como una red o una trampa que los hará caer. Dios los usará como un látigo sobre las espaldas de ustedes, y como espinas en sus ojos. Y esto seguirá así, hasta que no quede ninguno de ustedes en esta tierra buena que nuestro Dios nos ha dado.
»Pero si ustedes no sacan de la región a los que viven ahora en ella, yo haré que esa gente les sea tan molesta como si tuvieran ustedes astillas en los ojos o espinas en el cuerpo.
»Gracias al poder de Dios, ustedes conquistarán muchos pueblos. Pero recuerden que no deben tenerles compasión; al contrario, destrúyanlos antes de que se vean tentados a adorar a sus dioses.
Con todo ese oro, Gedeón hizo una estatua y la colocó en Ofrá, su ciudad. Todos los israelitas le fueron infieles a Dios, porque iban a adorar esa estatua. Aun para Gedeón y su familia, la estatua resultó ser una trampa.