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Hechos 2:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

11-12 Algunos somos judíos de nacimiento, y otros nos hemos convertido a la religión judía. ¡Es increíble que los oigamos hablar, en nuestro propio idioma, de las maravillas de Dios!» Y no salían de su asombro, ni dejaban de preguntarse: «¿Y esto qué significa?»

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နောက်ထပ်ဗားရှင်းများ

Biblia Reina Valera 1960

11 cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 (tanto judíos como convertidos al judaísmo), cretenses y árabes. ¡Y todos oímos a esta gente hablar en nuestro propio idioma acerca de las cosas maravillosas que Dios ha hecho!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 cretenses y árabes. Y todos les oímos hablar en nuestras propias lenguas las maravillas de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, los oímos hablando en nuestras lenguas las maravillas de Dios?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 tanto judíos como prosélitos, los cretenses y los árabes los estamos oyendo proclamar en nuestras propias lenguas las grandezas de Dios'.

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Hechos 2:11
36 ပူးပေါင်းရင်းမြစ်များ  

Algunos reciben el poder de hacer milagros, y otros reciben la autoridad de hablar de parte de Dios. Unos tienen la capacidad de reconocer al Espíritu de Dios, y de descubrir a los espíritus falsos. Algunos pueden hablar en idiomas desconocidos, y otros pueden entender lo que se dice en esos idiomas.


»Dios mío, ¡no hay otro Dios como tú! ¡Solo tú eres grande! ¡Solo tú eres poderoso! Tú has hecho grandes maravillas; tú nos llenas de asombro.


Dios también nos lo demostró por medio de muchas señales y de acciones maravillosas, y también con milagros. Además, cuando lo hizo, les dio el Espíritu Santo a quienes él se lo quiso dar.


Fue uno de los propios profetas de Creta el que dijo: «Esa gente de Creta es mentirosa, glotona y perezosa. Se portan como animales salvajes.»


para cantarte a voz en cuello mis himnos de alabanza y hablar de tus grandes hechos.


»Dios hace cosas tan maravillosas que es muy difícil comprenderlas, y más aún, hablar de ellas.


Te dejé en la isla de Creta para que resolvieras los problemas pendientes, y para que nombraras líderes en las iglesias de cada pueblo. Tal y como te dije,


Buenos Puertos no era un buen lugar para pasar el invierno; por eso, todos creían que lo mejor era seguir y tratar de llegar al puerto de Fenice, para pasar allí el invierno. Fenice estaba en la misma isla de Creta, y desde allí se podía salir hacia el noroeste y el suroeste.


Viajamos despacio durante varios días, y nos costó trabajo llegar frente al puerto de Cnido. El viento seguía soplando en contra nuestra, por lo que pasamos frente a la isla de Salmona y, con mucha dificultad, navegamos por la costa sur de la isla de Creta. Por fin llegamos a un lugar llamado Buenos Puertos, que está cerca de la ciudad de Lasea, en la misma isla de Creta.


»Mira hacia las colinas desiertas, y dime dónde no has adorado dioses extraños. Te sientas junto a los caminos, y te ofreces como prostituta a todos los que pasan. Con tu infidelidad has llenado de maldad el país.


Todo este conocimiento proviene del Dios todopoderoso. Dios hace planes admirables y los realiza con sabiduría».


Isaías dijo: «Tú eres mi Dios. Yo alabo y bendigo tu nombre, porque has realizado planes admirables que prometiste desde tiempos antiguos.


”Babilonia nunca volverá a ser habitada, ni acamparán los árabes en su territorio ni los pastores alimentarán allí a sus ovejas.


Solo Dios hace grandes maravillas. ¡Dios nunca deja de amarnos!


Dios es muy tierno y bondadoso, y hace que sus maravillas sean siempre recordadas.


¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor nuestro!


¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor nuestro!


¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor nuestro!


¡Anunciemos su grandeza y maravillas entre todas las naciones!


5-7 (6-8) Dios mío, los cielos te alaban por tus grandes hechos; todos los ángeles del cielo hablan de tu fidelidad y solo a ti te honran. Eres un Dios incomparable; ¡eres grande y maravilloso entre los dioses!


Pero nuestros hijos deben conocerlas; debemos hablarles a nuestros nietos del poder de Dios y de sus grandes acciones; ¡de las maravillas que puede realizar!


11 (12) ¡Vale más que me acuerde de sus grandes hechos y de sus maravillas pasadas!


Desde que yo era joven tú has sido mi maestro, y hasta ahora sigo hablando de las maravillas que has hecho.


5 (6) Mi Señor y Dios, me faltan palabras para contar los muchos planes y maravillas que has hecho en nuestro favor. Quisiera mencionarlos todos, pero me resulta imposible.


Dios no solo ayudó a Ozías a derrotar a los filisteos; también lo ayudó a vencer a los árabes que vivían en Gur-baal, y también a los meunitas.


Por el contrario, para estar en paz con Josafat, algunos de los filisteos le llevaban plata y otros regalos. De la misma manera, los árabes le llevaron siete mil setecientos carneros y la misma cantidad de chivos.


sin contar los impuestos que le pagaban los comerciantes, los reyes de Arabia y los gobernantes del país.


ni fui a Jerusalén para pedir la opinión de aquellos que ya eran apóstoles. Más bien, me fui inmediatamente a la región de Arabia, y luego regresé a la ciudad de Damasco.


Dios le mostró a Isaías lo que iba a hacer contra los árabes, que pasan la noche entre los matorrales del desierto: «¡Árabes de la región de Dedán!,


En la iglesia, Dios le dio una función a cada una de las partes. En primer lugar, puso apóstoles; en segundo lugar, puso profetas, y en tercer lugar, puso maestros. También hay algunos que hacen milagros, y otros que tienen la capacidad de sanar a los enfermos; algunos ayudan, otros dirigen, y aun otros hablan en idiomas desconocidos.


Frigia, Panfilia y Egipto, y de las regiones de Libia cercanas al pueblo de Cirene. Muchos han venido de Roma, otros han viajado desde la isla de Creta y desde la península de Arabia.


De pronto, comenzó a soplar un viento suave, que venía del sur. Por eso el capitán y los demás pensaron que podían seguir el viaje, y salimos navegando junto a la costa de la isla de Creta.


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