Gálatas 1:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual10 Yo no ando buscando que la gente apruebe lo que digo. Ni ando buscando quedar bien con nadie. Si así lo hiciera, ya no sería yo un servidor de Cristo. ¡Para mí, lo importante es que Dios me apruebe! အခန်းကိုကြည့်ပါ။နောက်ထပ်ဗားရှင်းများBiblia Reina Valera 196010 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. အခန်းကိုကြည့်ပါ။Biblia Nueva Traducción Viviente10 Queda claro que no es mi intención ganarme el favor de la gente, sino el de Dios. Si mi objetivo fuera agradar a la gente, no sería un siervo de Cristo. အခန်းကိုကြည့်ပါ။Biblia Católica (Latinoamericana)10 ¿Con quién tratamos de conciliarnos?: ¿con los hombres o con Dios? ¿Acaso tenemos que agradar a los hombres? Si tratara de agradar a los hombres, ya no sería siervo de Cristo. အခန်းကိုကြည့်ပါ။La Biblia Textual 3a Edicion10 Porque, ¿busco ahora el favor° de los hombres o de Dios? ¿O busco complacer a hombres? Si aún complaciera° a hombres, no sería° siervo del Mesías. အခန်းကိုကြည့်ပါ။Biblia Serafín de Ausejo 197510 ¿Pretendo acaso ahora ganarme el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O intento agradar a los hombres? Si todavía tratara de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo. အခန်းကိုကြည့်ပါ။ |
Mandaron a algunos de sus seguidores, junto con unos partidarios del rey Herodes, para que dijeran a Jesús: —Maestro, sabemos que siempre dices la verdad. Tú le enseñas a la gente que debe obedecer a Dios en todo. No te importa lo que digan los demás acerca de tus enseñanzas, porque tú no hablas para quedar bien con ellos.
7-9 (8-10) David le dijo a Ahimélec: —¿Podrías prestarme alguna lanza o espada? Fue tan urgente la orden del rey, que no alcancé a traer ningún arma conmigo. —No tengo más que la espada de Goliat —contestó el sacerdote—. Es la espada del filisteo que mataste en el valle de Elá. Está allí, envuelta en tela, detrás de mi chaleco sacerdotal. Puedes llevártela, si quieres. —Está muy bien —aceptó David—. Dámela. Ese día estaba en el santuario un edomita llamado Doeg, que era el jefe de los pastores de Saúl.
Herodes Agripa estaba muy enojado con la gente de los puertos de Tiro y de Sidón. Por eso un grupo de gente de esos puertos fue a ver a Blasto, un asistente muy importante en el palacio de Herodes Agripa, y le dijeron: «Nosotros no queremos pelear con Herodes, porque nuestra gente recibe alimentos a través de su país.» Entonces Blasto convenció a Herodes para que los recibiera.