2 Timoteo 1:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

³ Mis familiares y yo hemos servido a Dios, y nadie puede acusarnos de nada malo. Siempre que oro, ya sea de día o de noche, te recuerdo y doy gracias a Dios por ti.

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Biblia Reina Valera 1960

³ Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día;

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ Timoteo, doy gracias a Dios por ti, al mismo Dios que sirvo con la conciencia limpia tal como lo hicieron mis antepasados. Día y noche te recuerdo constantemente en mis oraciones.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Doy gracias a Dios, a quien sirvo con conciencia limpia como mis antepasados, cuando constantemente te recuerdo en mis oraciones noche y día.

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Doy gracias a Dios, a quien sirvo desde mis antepasados con limpia conciencia, de cómo sin cesar tengo memoria de ti en mis oraciones, noche y día;

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ Doy gracias a Dios, a quien rindo culto, como mis antepasados, con conciencia pura, cuando te encomiendo incesantemente en mis oraciones día y noche.

2 Timoteo 1:3 ပူးပေါင်းရင်းမြစ်များ

Hebreos 13:8

Jesucristo nunca cambia: es el mismo ayer, hoy y siempre.

Hechos 23:1

Pablo miró a todos los de la Junta Suprema, y les dijo: —Amigos israelitas, yo tengo la conciencia tranquila, porque hasta ahora he obedecido a Dios en todo.

Hechos 24:14

»Una cosa sí es cierta: Yo estoy al servicio del Dios de mis antepasados, y soy cristiano. Ellos dicen que seguir a Jesús es malo, pero yo creo que estoy obedeciendo todo lo que está escrito en la Biblia.

1 Timoteo 1:19

Serás un soldado que confía en Dios, y a quien no se le puede acusar de nada malo. Algunas personas, como Himeneo y Alejandro, dejaron de confiar en Dios. Por eso no les permití seguir en la iglesia, para que Satanás haga con ellos lo que quiera, y así aprendan a no insultar a Dios.

1 Timoteo 1:5

Te pido que les enseñes a amar de verdad. Solo los que tienen la conciencia tranquila, y confían sinceramente en Dios, pueden amar así.

Hechos 24:16

Por eso siempre trato de obedecer a Dios y de estar en paz con los demás; así que no tengo nada de qué preocuparme.

Hechos 22:3

«Yo soy judío. Nací en la ciudad de Tarso, en la provincia de Cilicia, pero crecí aquí en Jerusalén. Cuando estudié, mi maestro fue Gamaliel, y me enseñó a obedecer la ley de nuestros antepasados. Siempre he tratado de obedecer a Dios con la misma lealtad que ustedes.

2 Timoteo 3:15

Recuerda que desde niño has leído la Biblia, y que sus enseñanzas pueden hacerte sabio, para que aprendas a confiar más en Jesucristo y así seas salvo.

2 Timoteo 1:5

Tu abuela Loida y tu madre Eunice confiaron sinceramente en Dios; y cuando me acuerdo de ti, me siento seguro de que también tú tienes esa misma confianza.

1 Tesalonicenses 3:10

Día y noche rogamos a Dios que nos permita verlos personalmente, para ayudarlos a confiar completamente en él.

Efesios 1:16

me acuerdo de ustedes cuando estoy orando, y le doy gracias a Dios por la confianza que en él tienen.

Gálatas 1:14

Cumplí con la religión judía mejor que muchos de los judíos de mi edad, y me dediqué más que ellos a cumplir las enseñanzas recibidas de mis antepasados.

2 Corintios 1:12

Nos satisface saber que nos hemos comportado bien, y que hemos sido sinceros con todos, especialmente con ustedes. No lo hicimos guiados por nuestra propia sabiduría, sino con la ayuda de Dios, y gracias a su gran amor.

Romanos 9:1

Yo creo en Jesucristo, y por eso digo la verdad. El Espíritu Santo me guía, y en lo más profundo de mi ser me asegura que no miento.

Hechos 27:23

Anoche se me apareció un ángel, enviado por el Dios a quien sirvo y pertenezco.

Hechos 26:4

»Todos los judíos me conocen desde que yo era niño. Saben cómo he vivido en mi país y en Jerusalén.

Lucas 2:37

pero ahora era viuda y tenía ochenta y cuatro años de edad. Se pasaba noche y día en el templo ayunando, orando y adorando a Dios.

1 Samuel 12:23

»En cuanto a mí, nunca dejaré de pedirle a Dios por ustedes. Dejar de hacerlo sería un pecado. Yo siempre les enseñaré a portarse bien y a vivir como Dios quiere.

1 Timoteo 5:5

La viuda que realmente se ha quedado sola, confía en Dios y le pide su ayuda de día y de noche.