1 Timoteo 6:12 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual
12 Imita al deportista, que se esfuerza por ganar la competencia: haz todo lo posible por ser un buen discípulo de Jesucristo, y recibirás el premio de la vida eterna. Dios te llamó y te prometió esa vida cuando, delante de mucha gente, anunciaste que habías confiado en Dios.
12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
12 Pelea el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y por la que hiciste tu hermosa declaración de fe en presencia de numerosos testigos.
12 Combate el buen combate de la fe; conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que has hecho tan bella confesión en presencia de muchos testigos.
Pero después de que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios hará que todo vuelva a estar bien y que ustedes nunca dejen de confiar en él; les dará fuerzas para que no se desanimen, y hará que siempre estén seguros de lo que creen. Recuerden que Dios nos ha elegido por medio de Jesucristo, para que formemos parte de su maravilloso reino.
Timoteo, hijo mío, las cosas que te pido hacer están de acuerdo con las profecías que se dijeron acerca de ti. Si cumples con ellas, serás como un buen soldado que sabe pelear.
Acuérdate de todo lo que has aprendido acerca de Dios, y vuelve a obedecerlo. Arrepiéntete. Si no lo haces, iré a castigarte cuando menos lo esperes; llegaré a ti como el ladrón, que nunca sabes cuándo llegará a robar.
Ahora bien, como Dios no miente, su promesa y su juramento no pueden cambiar. Esto nos consuela, porque nosotros queremos que Dios nos proteja, y confiamos en que él nos dará lo prometido.
Dios nos salvó y nos eligió para que seamos parte de su pueblo santo. No hicimos nada para merecerlo, sino que Dios, por su gran amor, así lo planeó. Dios ya nos amaba desde antes de crear el mundo, pues desde entonces pertenecíamos a Cristo Jesús.
Serán como los soldados valientes que luchan en medio del lodo; lucharán contra soldados de a caballo y les ganarán la batalla, porque yo estaré con ellos.
Si alguien les hace algo malo, no hagan ustedes lo mismo; si alguien los insulta, no contesten con otro insulto. Al contrario, pídanle a Dios que bendiga a esas personas, pues él los eligió a ustedes para que reciban bendición.
Allí se presentarán ante el sacerdote, y le dirán: “Hoy, en presencia de mi Dios, quiero que todos sepan que ya estoy viviendo en la tierra que Dios prometió dar a nuestros antepasados”.
Con el poder que Dios nos da, anunciamos el mensaje verdadero. Cuando tenemos dificultades, las enfrentamos, y nos defendemos haciendo y diciendo siempre lo que es correcto.
Serás un soldado que confía en Dios, y a quien no se le puede acusar de nada malo. Algunas personas, como Himeneo y Alejandro, dejaron de confiar en Dios. Por eso no les permití seguir en la iglesia, para que Satanás haga con ellos lo que quiera, y así aprendan a no insultar a Dios.
No dejes de usar las capacidades especiales que Dios te dio cuando los líderes de la iglesia pusieron sus manos sobre tu cabeza. El Espíritu Santo habló con ellos y les ordenó hacerlo.
Tú has oído lo que les he enseñado a muchas personas. Ahora quiero que enseñes eso mismo a cristianos en los que puedas confiar, y que sean capaces de enseñar a otros.
Amados hermanos en Cristo, hace tiempo que he querido escribirles acerca de la salvación que Dios nos ha dado. Ahora les escribo para pedirles que luchen y defiendan la enseñanza que Dios ha dado para siempre a su pueblo elegido.