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အွန်လိုင်း သမ္မာကျမ်းစာ

- ကြော်ငြာတွေ -





1 Pedro 2:17 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

17 Respeten a todos, y amen de manera especial a los miembros de la iglesia. Honren a Dios y respeten al emperador romano.

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နောက်ထပ်ဗားရှင်းများ

Biblia Reina Valera 1960

17 Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Respeten a todos y amen a la familia de creyentes. Teman a Dios y respeten al rey.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Respeten a todos, amen a los hermanos, teman a Dios y respeten al que gobierna.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Honrad a todos, amad a la hermandad, temed a Dios, honrad al rey.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Honrad a todos, amad a los hermanos, temed a Dios, honrad al emperador.

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1 Pedro 2:17
25 ပူးပေါင်းရင်းမြစ်များ  

Querido jovencito, obedece a Dios y al rey, y no te juntes con gente rebelde,


Ámense unos a otros como hermanos, y respétense siempre.


Así que páguenle a cada uno lo que deban pagarle, ya sea que se trate de impuestos, contribuciones, respeto o estimación.


Del mismo modo ustedes, los jóvenes, deben obedecer la autoridad de los líderes de la iglesia. Todos deben tratarse con humildad, pues la Biblia dice: «Dios se opone a los orgullosos, pero brinda su ayuda a los humildes.»


Ámense siempre los unos a los otros, como hermanos en Cristo.


no hagan nada por orgullo o solo por pelear. Al contrario, hagan todo con humildad, y vean a los demás como mejores a ustedes mismos.


Ahora ustedes obedecen el verdadero mensaje de Dios, y Dios los ha limpiado de todo pecado para que se amen unos a otros sinceramente, como hermanos. Así que, ámense mucho unos a otros, con todo su corazón y con todas sus fuerzas.


»Obedezcan y cuiden a su padre y a su madre. Así podrán vivir muchos años en el país que les voy a dar.


Los miembros de la iglesia que sean esclavos deben respetar en todo a sus amos, para que nadie hable mal de Dios ni de las enseñanzas cristianas.


Queridos hermanos y hermanas en Cristo, Dios nos hizo esa promesa. Por eso, para que Dios nos acepte, no debemos hacer el mal, sino mantenernos libres de pecado. Honremos a Dios, y tratemos de ser santos como él.


»Cuando estén ante un anciano o alguien mayor de edad, muestren respeto y pónganse de pie.


Ellos contestaron: —Del emperador romano. Jesús les dijo: —Pues denle al emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de Dios.


Yo creo que debemos obedecer al rey, si así lo hemos jurado ante Dios.


Ustedes, que honran a Cristo, deben sujetarse los unos a los otros.


No envidies a los pecadores, y obedece siempre a Dios;


Todo el que quiera ser sabio debe empezar por obedecer a Dios. Pero la gente ignorante no quiere ser corregida ni llegar a ser sabia.


Si alguien quiere ser sabio, que empiece por obedecer a Dios. Quienes lo hacen así, demuestran inteligencia. ¡Dios merece ser siempre alabado!


Cuando terminó, David le dijo al pueblo: «¡Bendigan y alaben a Dios!» Entonces todo el pueblo, inclinándose ante Dios y ante el rey, bendijo y alabó al Dios de sus antepasados.


Si se aman de verdad, entonces todos sabrán que ustedes son mis seguidores.


Saúl le rogó: —Reconozco mi pecado pero, por favor, ¡trátame como rey delante de los jefes del pueblo y de toda la gente! ¡Ven conmigo y hagamos un culto para adorar a Dios!


Pasado ese tiempo, les dijo: «Yo creo en Dios. Si ustedes realmente son gente honrada y quieren seguir con vida, hagan lo siguiente: dejen aquí a uno de ustedes, y vayan los demás a llevarles trigo a sus familiares, pues deben estar muriéndose de hambre. Pero tienen que traerme a su hermano menor. Así veré si es cierto lo que dicen». Ellos aceptaron lo que José les propuso,


y Dios le dijo: «No le hagas daño al niño. Estoy convencido de que me obedeces, pues no te negaste a ofrecerme en sacrificio a tu único hijo».


Y Abraham respondió: —Es que pensé que aquí nadie adora a mi Dios, y que me matarían para quitarme a mi esposa.


Después de eso, rompí la vara llamada «Unión», y así se rompió el lazo fraternal que unía a Israel con Judá.


Para que nadie hable mal de nuestro Señor Jesucristo, obedezcan a todas las autoridades del gobierno. Obedezcan al emperador romano, pues él tiene la máxima autoridad en el imperio.


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