Malaquías 2:1 - La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Ahora, pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento.

Biblia Sinyati te nkutuk oo lmaasai naisiraki eng’ejuk enye enye

Biblia Reina Valera 1960

¹ Ahora, pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ »Escuchen, ustedes sacerdotes, ¡este mandato es para ustedes!

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Para ustedes, sacerdotes, es también esta advertencia. Si no la escuchan ni se preocupan de glorificar mi nombre, dice Yavé de los Ejércitos, les lanzaré la maldición y maldeciré también sus bendiciones.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Y ahora, sacerdotes, tened esto presente:

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹ Ahora pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento.

Malaquías 2:1 Eitobir Enkop

Malaquías 1:6

El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, Yo soy Padre, ¿dónde está mi honra? Y si soy Señor, ¿dónde está el temor que se me debe? dice YHVH Sebaot a vosotros, oh sacerdotes que despreciáis mi Nombre. Y decís: ¿En qué hemos despreciado tu Nombre?

Oseas 5:1

¡Oíd esto, sacerdotes! ¡Atended, oh casa de Israel! ¡Prestad oído, oh casa real! A vosotros afecta esta sentencia, Porque fuisteis lazo° en Mizpa, Red tendida° en el Tabor,

Jeremías 13:13

Entonces les dirás: Así dice YHVH: He aquí Yo lleno de embriaguez a todos los habitantes de esta tierra, a los reyes de la casa que se sientan sobre el trono de David, a los sacerdotes, a los profetas y a todos los habitantes de Jerusalem.

Lamentaciones 4:13

m Es por los pecados de sus profetas, Por las iniquidades de sus sacerdotes, Los cuales derramaban en medio de ella la sangre de los justos.

Malaquías 1:14

¡Maldito el fraudulento, que teniendo macho robusto en su rebaño sacrifica con juramento a YHVH lo dañado! Porque Yo soy el gran Rey, dice YHVH Sebaot, y mi Nombre es temible entre las naciones.

Malaquías 2:2

Si no escucháis, ni hacéis caso de ello para dar gloria a mi Nombre, dice YHVH Sebaot, haré recaer la maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones. Sí, las maldeciré porque no hacéis caso de mi mandato.