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- sáálî...Enekuu -





Lucas 10:33 - La Biblia Textual 3a Edicion

33 Pero un samaritano que iba de camino, se acercó a él, y al verlo, fue movido a compasión;

em-bólúnotó Nkera


Biblia Sinyati te nkutuk oo lmaasai naisiraki eng’ejuk enye enye

Biblia Reina Valera 1960

33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

33 »Entonces pasó un samaritano despreciado y, cuando vio al hombre, sintió compasión por él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

33 Un samaritano también pasó por aquel camino y lo vio; pero éste se compadeció de él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

33 Pero un samaritano que iba de camino llegó hasta él y, al verlo, se compadeció,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino adonde él estaba, y cuando lo vio, tuvo compasión de él;

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Lucas 10:33
14 Eitobir Enkop  

y perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti, y todas sus transgresiones que han cometido contra ti, y hazles objeto de misericordia ante quienes los llevaron cautivos, para que se apiaden de ellos.


Al verla, el Señor fue movido a compasión a causa de ella, y le dijo: No llores.


No abandones a tu amigo, ni al amigo de tu padre, Y en la desgracia no vayas a casa de tu hermano. Más vale vecino cerca que hermano lejos.


¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?


A estos doce envió Jesús, y les ordenó,° diciendo: No vayáis a los gentiles ni entréis en la región de Samaria,


Respondieron los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros que tú eres samaritano y tienes demonio?


Le dice entonces la mujer samaritana: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana? (Porque judíos y samaritanos no comparten).°


Cuando la abrió vio al niño, y he aquí era un niñito que lloraba; y tuvo compasión de él, y exclamó: ¡Éste es uno de los niños de los hebreos!


Igualmente un levita, al llegar junto al lugar y al verlo, pasó por el lado opuesto.


y allegándose, vendó sus heridas derramando aceite y vino, y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón, y cuidó de él.


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