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Levítico 26:22 - La Biblia Textual 3a Edicion

22 Enviaré contra vosotros a la fiera del campo, que os arrebatará los hijos y destruirá vuestros animales, y os reducirá en número, de modo que vuestros caminos queden desolados.

em-bólúnotó Nkera


Biblia Sinyati te nkutuk oo lmaasai naisiraki eng’ejuk enye enye

Biblia Reina Valera 1960

22 Enviaré también contra vosotros bestias fieras que os arrebaten vuestros hijos, y destruyan vuestro ganado, y os reduzcan en número, y vuestros caminos sean desiertos.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Enviaré animales salvajes que los privarán de sus hijos y destruirán su ganado. Ustedes disminuirán en número y sus caminos quedarán desiertos.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Soltaré contra ustedes la fiera salvaje, que les devorará sus hijos, exterminará los ganados y los reducirá a unos pocos, de modo que nadie ya ande por los caminos de su país.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Soltaré contra vosotros bestias salvajes, que os arrebatarán vuestros hijos, despedazarán vuestro ganado y os diezmarán, de modo que vuestros caminos quedarán desiertos.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 Además enviaré contra vosotros bestias feroces que arrebatarán a vuestros hijos, y destruirán vuestro ganado, y os reducirán en número, y vuestros caminos serán desolados.

em-bólúnotó Nkera




Levítico 26:22
17 Eitobir Enkop  

Y si suelto bestias feroces por la tierra, y la asolan, y llega a quedar desolada de modo que no haya quien pueda pasar a causa de las fieras,


Andarán macilentos por el hambre, Consumidos por la fiebre, Y pestilencias malignas, Les enviaré colmillos de fieras, Y veneno de las que reptan por el polvo.


En tiempo de Samgar ben Anat, En los días de Jael, cesaron los senderos,° Y los viajeros andaban por sendas tortuosas.°


sino que los dispersé con un torbellino por todas las naciones que no conocían. Y esta tierra fue desolada tras ellos, sin que nadie la transitara, pues convirtieron una tierra deliciosa en desolación.


d Las calzadas de Sión están de luto, nadie asiste a las solemnidades, Todas sus puertas están desoladas, sus sacerdotes gimen, Sus doncellas están afligidas, y ella misma está sumida en amargura.


Las calzadas están desiertas, los caminantes han cesado. Ha anulado el pacto, Desprecia las ciudades, No tuvo en cuenta a hombre alguno.


Pero como no temían a YHVH, sucedió que cuando empezaron a habitar allí, YHVH envió leones contra ellos, y mataron a muchos de ellos.


Porque Yo estableceré la paz en vuestra tierra y os acostaréis sin que nadie os espante. Haré también desaparecer de vuestra tierra las bestias feroces y la espada no pasará por vuestro país.


Pues por vuestra culpa Sión será arada como un campo, Jerusalem se convertirá en un montón de ruinas, Y el Monte de la Casa en un cerro de maleza.


Convertiré la tierra en desierto y en desolación, y cesará la soberbia de su poderío, y los montes de Israel serán asolados hasta que no haya quien pueda pasar.


Por lo cual así dice Adonay YHVH: ¿Cuánto más cuando Yo envíe contra Jerusalem mis cuatro juicios terribles: la espada, el hambre, las bestias feroces y la peste, para cortar de ella a hombres y bestias?


Enviaré contra vosotros el hambre y las bestias feroces, que te dejarán sin hijos. Pasarán sobre ti la peste y la matanza, y enviaré contra ti la espada. Yo, YHVH, he hablado.


Señalaré sobre ellos cuatro linajes de azotes,° dice YHVH: La espada para matar, los perros para despedazar,° y las aves del cielo y las bestias de la tierra para devorar y destruir.


Por esto una maldición devora la tierra, Y sus habitantes lo pagan. Por esta causa los habitantes de la tierra son consumidos, Y la humanidad ha disminuido.


En aquellos tiempos no había paz para el que salía ni para el que entraba, sino que todos los habitantes de las tierras sufrían grandes quebrantos.


Y él se volvió para verlos, y los vio y los maldijo en el nombre de YHVH. Y salieron del bosque dos osas que despedazaron a cuarenta y dos de aquellos muchachos.°


y dijeron al profeta Jeremías: Acepta ahora nuestro ruego delante de ti, y ora por nosotros a YHVH tu Dios por todo este remanente, porque de muchos que éramos, hemos quedado pocos, así como nos están viendo tus ojos,


O-osiaa:

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