Lamentaciones 3:53 - La Biblia Textual 3a Edicion

⁵³ x Silenciaron mi vida en la cisterna, y echaron la piedra sobre mí.

Biblia Sinyati te nkutuk oo lmaasai naisiraki eng’ejuk enye enye

Biblia Reina Valera 1960

⁵³ Ataron mi vida en cisterna, pusieron piedra sobre mí;

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵³ Me arrojaron a un hoyo y dejaron caer piedras sobre mí.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵³ Ahogaron mi vida en un sepulcro y echaron piedras sobre mí.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵³ Sofocaron mi vida en la fosa, echaron piedras sobre mí.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁵³ Ataron mi vida en mazmorra, pusieron piedra sobre mí.

Lamentaciones 3:53 Eitobir Enkop

Daniel 6:17

Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual el rey selló con su propio anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no fuera alterado.

Jeremías 38:9

Oh rey, señor mío, mal actuaron estos varones en todo lo que han hecho con el profeta Jeremías, al cual hicieron echar en la cisterna, donde morirá de hambre, pues no hay más pan en la ciudad.

Jeremías 38:6

Entonces prendieron a Jeremías y lo hicieron echar en la cisterna de Malquías ben Hamelec, que estaba en el atrio de la guardia. Metieron allí a Jeremías con sogas; pero en la cisterna no había agua, sino lodo, y Jeremías se hundió en el lodo.

Jeremías 37:16

Y Jeremías fue puesto en el calabozo de la mazmorra, y allí permaneció muchos días.

Mateo 27:66

Y ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra en compañía de la guardia.

Mateo 27:60

y lo puso en su sepulcro nuevo que había excavado en la roca; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se retiró.

Jeremías 37:20

Y ahora, oh rey, señor mío, te ruego me escuches. Acoge mi súplica y no me hagas volver a casa del escriba Jonatán, no sea que muera allí.

Jonás 2:1

Entonces oró Jonás a YHVH su Dios desde el vientre del pez,

Daniel 6:18

Y se retiró el rey a su palacio y pasó la noche en ayuno, sin hacer venir concubinas a su presencia, y el sueño huyó de él.