Job 42:6 - La Biblia Textual 3a Edicion

⁶ ¡Me aborrezco y me arrepiento, echándome polvo y ceniza!

Biblia Sinyati te nkutuk oo lmaasai naisiraki eng’ejuk enye enye

Biblia Reina Valera 1960

⁶ Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁶ Me retracto de todo lo que dije, y me siento en polvo y ceniza en señal de arrepentimiento».

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁶ Por esto, retiro mis palabras y hago penitencia sobre el polvo y la ceniza.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁶ Por eso me retracto y me arrepiento, echándome polvo y ceniza'.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁶ Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y en ceniza.

Job 42:6 Eitobir Enkop

Esdras 9:6

y le dije: ¡Oh Dios mío, estoy confuso y avergonzado para elevar mi rostro ante ti, Dios mío, porque nuestras iniquidades se han multiplicado por encima de nuestra cabeza y nuestros delitos han crecido hasta los cielos!

Job 30:19

Me ha derribado en el fango, Y he quedado como el polvo y las cenizas.

Daniel 9:3

Entonces volví mi rostro hacia Adonay Ha-’Elohim, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.

Job 2:8

Y tomando un tiesto roto, se rascaba con él, estando sentado en medio de la ceniza.°

Lucas 10:13

¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón° se hubieran hecho los milagros° que se hicieron en vosotras, haría tiempo que, sentadas en cilicio y ceniza, se hubieran arrepentido.

Mateo 11:21

¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón° se hubieran hecho los milagros que se hicieron en vosotras, hace tiempo que se habrían arrepentido en cilicio y ceniza.

Ezequiel 36:31

Entonces recordaréis vuestros malos caminos, y vuestras obras que no fueron buenas, y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones.

Ezequiel 20:43

Y allí os acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis, y os aborreceréis a vosotros mismos a causa de todos vuestros pecados que cometisteis.

Ezequiel 16:63

para que te acuerdes y te sonrojes, y no vuelvas más a abrir tu boca de vergüenza, cuando Yo te haya perdonado todo lo que hiciste, dice Adonay YHVH.

Jeremías 31:19

Si me aparté, después me arrepentí: Reconocí mi falta y herí mi muslo; Me avergoncé y aún quedé confuso, Porque llevaba la afrenta de mi juventud.

Isaías 58:5

¿Es tal el ayuno que Yo escogí, Que de día aflija el hombre su alma, Que mueva la cabeza como un junco, Y se acueste sobre saco y ceniza? ¿Llamaréis a eso ayuno, Día agradable a YHVH?

Isaías 5:5

Os mostraré pues lo que haré con mi viña: Quitaré su vallado para que sirva de pasto, Derribaré su cerca para que la pisoteen.

Salmos 51:17

El sacrificio grato a ’Elohim° es el espíritu quebrantado. Al corazón contrito y humillado no despreciarás Tú, oh ’Elohim.

Job 9:31

Aun así me hundirás en el lodo cenagoso, Y mis propias vestiduras me aborrecerán.

1 Reyes 21:27

Y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestiduras, puso cilicio sobre su cuerpo, y ayunó y se acostó con el cilicio, y anduvo abatido.

Génesis 18:27

Y respondió Abraham, y dijo: En verdad, aunque soy polvo y ceniza, ahora que me he atrevido a hablar a mi Señor,

Josué 7:6

Entonces Josué rasgó sus vestidos, y cayó sobre su rostro en tierra ante el Arca° de YHVH hasta la tarde, él y los ancianos de Israel, y se echaron polvo sobre sus cabezas.

Job 42:5

De oídas te había oído, Pero ahora que mis ojos te ven,

Job 42:7

Después que YHVH habló estas palabras a Job, aconteció que YHVH dijo a Elifaz temanita: Mi ira se ha encendido contra ti y contra tus dos amigos, porque no habéis hablado lo recto de mí, como mi siervo Job.

Ezequiel 6:9

los que de vosotros escapen, se acordarán de mí entre las naciones en las cuales estarán cautivos, cuando Yo haya quebrantado su corazón infiel que se apartó de mí, y haya humillado° sus ojos que fornicaron en pos de sus ídolos. Ellos se detestarán a sí mismos a causa de las maldades cometidas, por todas sus abominaciones.

Levítico 13:12

Pero si la lepra brota mucho y cubre toda la piel del infectado, desde su cabeza hasta sus pies, a plena vista del sacerdote,