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- sáálî...Enekuu -





Job 4:14 - La Biblia Textual 3a Edicion

14 Un terror se apoderó de mí, y temblando, Todos mis huesos se estremecieron:

em-bólúnotó Nkera


Biblia Sinyati te nkutuk oo lmaasai naisiraki eng’ejuk enye enye

Biblia Reina Valera 1960

14 Me sobrevino un espanto y un temblor, Que estremeció todos mis huesos;

em-bólúnotó Nkera

Biblia Nueva Traducción Viviente

14 El miedo se apoderó de mí, y mis huesos temblaron.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Católica (Latinoamericana)

14 sentí un escalofrío de terror y mis huesos se pusieron a temblar.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 un pavor me invadió, un escalofrío que estremeció todos mis huesos.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 Temor me sobrevino, y un temblor que estremeció todos mis huesos.

em-bólúnotó Nkera




Job 4:14
11 Eitobir Enkop  

Cuando lo vi, caí como muerto a sus pies, pero Él puso su diestra sobre mí, diciendo: No temas,° Yo soy el Primero y el Postrero,°


También sobre su lecho es corregido con dolores, Con la agonía incesante de sus miembros,


Ella° se turbó mucho por esta expresión, y se preguntaba qué clase de salutación sería ésta.


Al verlo, Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de él.


Lo escuché, y se conmovieron mis entrañas, Y mis labios palpitaron al oírlo. La podredumbre entró en mis huesos, Y dentro de mí mismo me estremezco, porque debo esperar quieto el día de la adversidad, Cuando el pueblo que nos ha de invadir suba con sus tropas.


Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie, porque a ti he sido enviado ahora. Y cuando me hubo dicho esa palabra, me puse en pie temblando.


Entonces dije: ¡Ay de mí, muerto soy! ¡Yo, hombre de labios inmundos, que habito en medio de un pueblo de labios inmundos, he visto con mis ojos al Rey, a YHVH Sebaot!


Mi carne se estremece de temor a ti, Y ante tus juicios me lleno de pavor.


Entonces me aterras con sueños Y me turbas con visiones.


En pensamientos de visiones nocturnas, Cuando el sueño profundo se adueña de los hombres,


Un espíritu pasa ante mi rostro, Que eriza el pelo de mi carne.


O-osiaa:

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