Biblia Todo Logo
Biblia e a-ɨŋɔ́r

- sáálî...Enekuu -





Jeremías 38:28 - La Biblia Textual 3a Edicion

28 Y Jeremías permaneció en el atrio de la guardia hasta el día que Jerusalem fue tomada. Y estaba allí cuando Jerusalem fue conquistada.

em-bólúnotó Nkera


Biblia Sinyati te nkutuk oo lmaasai naisiraki eng’ejuk enye enye

Biblia Reina Valera 1960

28 Y quedó Jeremías en el patio de la cárcel hasta el día que fue tomada Jerusalén; y allí estaba cuando Jerusalén fue tomada.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Nueva Traducción Viviente

28 Así que Jeremías permaneció encarcelado en el patio de la guardia hasta el día en que Jerusalén fue conquistada.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Católica (Latinoamericana)

28 Así, pues, Jeremías quedó en el patio de la guardia hasta el día en que fue tomada Jerusalén.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Jeremías quedó en el patio de la guardia hasta el día en que Jerusalén fue tomada.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

28 Y quedó Jeremías en el patio de la cárcel hasta el día que fue tomada Jerusalén; y allí estaba cuando Jerusalén fue tomada.

em-bólúnotó Nkera




Jeremías 38:28
12 Eitobir Enkop  

enviaron a sacar a Jeremías del atrio de la guardia, y lo entregaron a Gedalías ben Ahicam, hijo de Safán, para que lo llevara a su casa. Y habitó en medio del pueblo.


Entonces el rey Sedequías ordenó que custodiaran a Jeremías en el atrio de la guardia real, y que le dieran una hogaza de pan al día, de la calle de los Panaderos, mientras hubiera pan en la ciudad. Y así se quedó Jeremías en el atrio de la guardia real.


De este modo sacaron a Jeremías con sogas, y lo subieron de la cisterna. Y Jeremías permaneció en el atrio de la guardia.


Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo, Tu vara y tu cayado me infunden aliento.


mis persecuciones, mis sufrimientos, como los que me sucedieron en Antioquía,° en Iconio,° en Listra,° como los padecimientos que sufrí, y de todos me libró el Señor.


Vino palabra de YHVH a Jeremías la segunda vez, estando él aún preso en el atrio de la guardia, diciendo:


Y ahora, oh rey, señor mío, te ruego me escuches. Acoge mi súplica y no me hagas volver a casa del escriba Jonatán, no sea que muera allí.


En efecto, vinieron luego todos los príncipes a Jeremías, y le preguntaron, y él les respondió conforme a todo lo que el rey le había mandado. Con esto se alejaron de él, de modo que el asunto no se conoció.


Entonces Nabuzaradán, capitán de la guardia, y Nabusazbán, el Rabsaris, Nergal- sarezer, el Rabmag y todos los príncipes del rey de Babilonia,


Y estando preso en el atrio de la guardia, la palabra de YHVH había llegado a Jeremías, diciendo:


O-osiaa:

sáálî...Enekuu


sáálî...Enekuu