Biblia Todo Logo
Biblia e a-ɨŋɔ́r

- sáálî...Enekuu -





Hechos 14:23 - La Biblia Textual 3a Edicion

23 Y después que les designaron ancianos en cada iglesia y oraron con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.

em-bólúnotó Nkera


Biblia Sinyati te nkutuk oo lmaasai naisiraki eng’ejuk enye enye

Biblia Reina Valera 1960

23 Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Pablo y Bernabé también nombraron ancianos en cada iglesia. Con oración y ayuno, encomendaron a los ancianos al cuidado del Señor, en quien habían puesto su confianza.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Católica (Latinoamericana)

23 En cada Iglesia designaban presbíteros y, después de orar y ayunar, los encomendaban al Señor en quien habían creído.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Les designaron presbíteros en cada iglesia y, acompañando la oración con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

23 Y cuando les ordenaron ancianos en cada iglesia, habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.

em-bólúnotó Nkera




Hechos 14:23
28 Eitobir Enkop  

Por esta razón te dejé en Creta: Para que pusieras en orden lo que faltaba y designaras ancianos en cada ciudad, como te ordené:


lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.


¿Está alguno enfermo entre vosotros? Haga llamar a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndolo con aceite° en el nombre del Señor.


Las cosas que oíste de mí en medio° de muchos testigos, éstas encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.


Y ahora, os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que puede edificar y dar la herencia a todos los santificados.°


No impongas las manos° con ligereza ni te hagas partícipe de pecados ajenos; consérvate puro.


Sin embargo, desde Mileto envió recado a Éfeso y mandó llamar a los ancianos de la iglesia.


El anciano° al amado Gayo,° a quien yo amo en verdad.


El anciano a la señora electa y a sus hijos, a quienes yo amo en verdad, y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la Verdad,


Exhorto pues a los ancianos entre vosotros (yo anciano también con ellos y testigo de los padecimientos del Mesías, que también soy participante de la gloria que va a ser revelada):


No reprendas al anciano,° sino exhórtalo como a un padre; a los jóvenes, como a hermanos;


Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para considerar este asunto.


Al llegar a Jerusalem, fueron recibidos por la iglesia, los apóstoles y los ancianos, e informaron de todo lo que Dios había hecho con ellos.


Y el Dios de toda gracia, que os llamó° a su gloria eterna en el Mesías,° después que padezcáis un poco de tiempo,° Él mismo os perfeccionará, afirmará, fortalecerá, establecerá.°


Por causa de lo cual también padezco estas cosas, pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído y he sido persuadido° de que es poderoso para guardar mi depósito° hasta aquel día.


y escribir por mano de ellos: Los apóstoles y los ancianos,° hermanos, a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, Siria y Cilicia, saludos.°


De allí navegaron a Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido.


comenzando desde el bautismo de Juan° hasta el día en que fue tomado arriba° de entre nosotros, uno de éstos sea testigo con nosotros de su resurrección.


Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!° Y habiendo dicho esto, expiró.


Y estableció a doce,° para que estuvieran con Él, para enviarlos a predicar,


Y era viuda de hacía ochenta y cuatro años, y° no se alejaba del templo, sirviendo° de noche y de día con ayunos y oraciones.


Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra a cuál de estos dos escogiste


Y no sólo esto, sino que también fue escogido° por las iglesias como nuestro compañero de viaje con esta gracia, que es provista por nosotros para la gloria del Señor y para mostrar° nuestra disposición.


O-osiaa:

sáálî...Enekuu


sáálî...Enekuu