2 Samuel 3:32 - La Biblia Textual 3a Edicion

³² Y sepultaron a Abner en Hebrón. Y el rey alzó su voz y lloró junto al sepulcro de Abner, y lloró también todo el pueblo.

Biblia Sinyati te nkutuk oo lmaasai naisiraki eng’ejuk enye enye

Biblia Reina Valera 1960

³² Y sepultaron a Abner en Hebrón; y alzando el rey su voz, lloró junto al sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³² Así que enterraron a Abner en Hebrón, y el rey y todo el pueblo lloraron junto a la tumba.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³² Durante el entierro en Hebrón, el rey habló en alta voz y lloró ante la tumba; todo el pueblo lloró con él.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³² Sepultaron a Abner en Hebrón. El rey rompió a llorar en voz alta junto al sepulcro de Abner y con él todo el pueblo.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³² Y sepultaron a Abner en Hebrón; y alzando el rey su voz, lloró junto al sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo.

2 Samuel 3:32 Eitobir Enkop

Proverbios 24:17

Si tu enemigo cae, no te alegres, Y si tropieza, no se regocije tu corazón,

Job 31:28

También sería iniquidad digna de castigo, Por negar al Dios que está en lo alto.

2 Samuel 18:33

Y el rey se conmovió profundamente, y subió al aposento superior que había sobre la puerta, y lloró; y en tanto que se iba, decía así: ¡Hijo mío, Absalón! ¡Hijo mío, hijo mío, Absalón! ¡Quién me diera haber muerto yo en tu lugar, oh Absalón, hijo mío, hijo mío!

2 Samuel 1:12

E hicieron duelo y lloraron y ayunaron hasta la tarde por Saúl y por su hijo Jonatán, y por el pueblo de YHVH° y por la casa de Israel, porque habían caído por la espada.

1 Samuel 30:4

Entonces David y la gente que estaba con él alzaron su voz y lloraron, hasta que no les quedaron más fuerzas para llorar.

2 Samuel 4:12

Y David ordenó a los jóvenes, y ellos los mataron, y les cortaron las manos y los pies y los colgaron sobre el estanque en Hebrón. Luego tomaron la cabeza de Is-boset° y la enterraron en el sepulcro de Abner,° en Hebrón.°

Job 31:29

¿Acaso me alegré de la ruina del que me aborrecía, O salté de júbilo porque el mal lo había alcanzado?