Biblia Todo Logo
Biblia e a-ɨŋɔ́r

- sáálî...Enekuu -





2 Reyes 6:30 - La Biblia Textual 3a Edicion

30 Cuando el rey escuchó las palabras de la mujer, mientras pasaba por el muro, rasgó sus vestidos; y el pueblo observó, y, he aquí, vestía de saco° sobre su cuerpo.

em-bólúnotó Nkera


Biblia Sinyati te nkutuk oo lmaasai naisiraki eng’ejuk enye enye

Biblia Reina Valera 1960

30 Cuando el rey oyó las palabras de aquella mujer, rasgó sus vestidos, y pasó así por el muro; y el pueblo vio el cilicio que traía interiormente sobre su cuerpo.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Nueva Traducción Viviente

30 Cuando el rey oyó esto, rasgó sus vestiduras en señal de desesperación; y como seguía caminando por la muralla, la gente pudo ver que debajo del manto real tenía tela áspera puesta directamente sobre la piel.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Católica (Latinoamericana)

30 Al oír las palabras de la mujer, el rey rasgó su ropa y como estaba sobre la muralla, el pueblo vio que debajo de su ropa llevaba un saco pegado a su cuerpo.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 Cuando el rey oyó estas palabras de la mujer, rasgó sus vestiduras. Y como pasaba sobre la muralla, el pueblo pudo ver que por dentro llevaba un sayal sobre su carne.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

30 Y sucedió que cuando el rey oyó las palabras de aquella mujer, rasgó sus vestiduras, y pasó así por el muro; y el pueblo llegó a ver el cilicio que traía interiormente sobre su carne.

em-bólúnotó Nkera




2 Reyes 6:30
5 Eitobir Enkop  

Y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestiduras, puso cilicio sobre su cuerpo, y ayunó y se acostó con el cilicio, y anduvo abatido.


Y aconteció que al oírlo el rey Ezequías, rasgó sus vestidos, se cubrió de saco, y fue a la Casa de YHVH.


Y sucedió que al leer la carta, el rey de Israel rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Acaso soy ’Elohim para matar o para hacer vivir, para que éste me envíe a un hombre a curarlo de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.


Y Eliaquim ben Hilcías, que estaba sobre la casa, Sebna, el escriba, y Joa ben Asaf, el cronista, fueron a Ezequías con sus vestidos rasgados, y le comunicaron las palabras del Rabsaces.


O-osiaa:

sáálî...Enekuu


sáálî...Enekuu