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Biblia e a-ɨŋɔ́r

- sáálî...Enekuu -





1 Samuel 23:14 - La Biblia Textual 3a Edicion

14 Y David permaneció en el desierto, en lugares de difícil acceso, en la región montañosa del desierto de Zif, entre tanto Saúl lo buscaba cada día; pero ’Elohim no lo entregó en su mano.

em-bólúnotó Nkera


Biblia Sinyati te nkutuk oo lmaasai naisiraki eng’ejuk enye enye

Biblia Reina Valera 1960

14 Y David se quedó en el desierto en lugares fuertes, y habitaba en un monte en el desierto de Zif; y lo buscaba Saúl todos los días, pero Dios no lo entregó en sus manos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 David se refugió en unas fortalezas que había en el desierto y en la zona montañosa de Zif. Saúl lo perseguía día tras día, pero Dios no permitió que Saúl lo encontrara.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 David permaneció en los refugios del desierto, en la montaña y en el desierto de Zif. Saúl lo buscaba todos los días, pero Dios no lo puso en sus manos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 David vivía en el desierto, en los refugios, y se estableció en las colinas del desierto de Zif. Y aunque Saúl lo buscaba sin pausa, Dios no lo entregó en sus manos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 Y David se quedó en el desierto en lugares fortificados, y habitaba en una montaña en el desierto de Zif; y lo buscaba Saúl todos los días, pero Dios no lo entregó en sus manos.

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1 Samuel 23:14
19 Eitobir Enkop  

Tú eres mi refugio, me guardarás de la angustia, Me rodearás con cánticos de liberación. Selah


mis persecuciones, mis sufrimientos, como los que me sucedieron en Antioquía,° en Iconio,° en Listra,° como los padecimientos que sufrí, y de todos me libró el Señor.


¿Qué, pues, diremos a estas cosas? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién contra nosotros?


Y el rey envió a Jerameel ben Hamelec, a Seraías ben Azriel y a Selemías ben Abdeel, para que apresaran a Baruc el escriba y al profeta Jeremías, pero YHVH los escondió.


No hay habilidad, ni inteligencia, Ni consejo frente a YHVH.


Porque ellos no duermen si no hacen daño, Y se les quita el sueño si no hacen caer a alguien.


Porque sus pies corren hacia el mal, Y se apresuran a derramar sangre.


Pero David dijo en su corazón: Algún día voy a perecer por la mano de Saúl. Nada me será mejor que escapar de inmediato a tierra de los filisteos; así Saúl desistirá de buscarme por todo el territorio de Israel, y escaparé de su mano.


Cuando informaron a Saúl que David había ido a Keila, Saúl dijo: ¡’Elohim lo ha desamparado en mi mano, encerrándose al entrar en una ciudad de puertas y barras!


Viendo pues David que Saúl había salido en busca de su vida, David se quedó en Hores, en el desierto de Zif.


Y mira, padre mío, mira la orilla de tu manto en mi mano, pues al cortar la orilla de tu manto, no te he matado. Reconoce y considera que no hay maldad ni transgresión en mi mano, ni he pecado contra ti, aunque tú andas a la caza de mi vida para tomarla.


Ciertamente huiría lejos, Moraría en el desierto. Selah


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