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- sáálî...Enekuu -





1 Reyes 3:16 - La Biblia Textual 3a Edicion

16 Dos mujeres prostitutas vinieron al rey y se pusieron de pie delante de él.

em-bólúnotó Nkera


Biblia Sinyati te nkutuk oo lmaasai naisiraki eng’ejuk enye enye

Biblia Reina Valera 1960

16 En aquel tiempo vinieron al rey dos mujeres rameras, y se presentaron delante de él.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Tiempo después, dos prostitutas fueron a ver al rey para resolver un asunto.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Fueron dos prostitutas al tribunal del rey.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Por aquel entonces se presentaron ante al rey dos prostitutas.

em-bólúnotó Nkera

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 En aquel tiempo vinieron al rey dos mujeres que eran rameras, y se presentaron delante de él.

em-bólúnotó Nkera




1 Reyes 3:16
10 Eitobir Enkop  

Cuando tiene un asunto, viene a mí, y yo juzgo entre un hombre y su prójimo, y les doy a conocer los estatutos de Dios y sus leyes.


Ahora bien, Jefté° galaadita era un guerrero esforzado. Él era hijo de una ramera, y Galaad había engendrado a Jefté.


Entretanto, Josué ben Nun había enviado secretamente desde Sitim a dos espías, diciendo: Id y reconoced el país, particularmente° a Jericó. Y ellos fueron a casa de cierta mujer ramera cuyo nombre era Rahab,° y se acostaron allí.


No habrá prostitutas sagradas entre las hijas de Israel,° ni prostitutos sagrados° entre los hijos de Israel.


y se presentaron ante Moisés, ante el sacerdote Eleazar, ante los jefes y ante toda la asamblea, en la entrada de la Tienda de Reunión, diciendo:


No profanarás a tu hija haciendo que se prostituya,° no sea que la tierra se prostituya, y la tierra se llene de perversión.


Y sucedió al día siguiente que Moisés se sentó a juzgar al pueblo, porque el pueblo se presentaba delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde.


Y Salomón despertó, y he aquí era un sueño. Volviendo entonces a Jerusalem, se detuvo ante el Arca del Pacto de Adonay, e hizo subir holocaustos y brindó sacrificios de paz, e hizo un banquete para todos sus siervos.


Y dijo una de las mujeres: ¡Ay, señor mío! Esta mujer y yo habitamos en la misma casa; y di a luz mientras estaba con ella en la casa.


Gloria de Dios es encubrir un asunto, Pero honra del rey es escudriñarlo.


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