x

Biblia Todo Logo
idiomas
La Biblia Online

«

Mateo 6 - Biblia Reina Valera 1862

1 MIRÁD que no hagáis vuestra limosna delante de los hombres, para que seais mirados de ellos: de otra manera no tenéis galardón de vuestro Padre que está en los cielos.

2 Pues cuando haces limosna, no hagas tocar trompeta delante de tí, como hacen los hipócritas en las sinagogas, y en las plazas, para ser estimados de los hombres: de cierto os digo que ya tienen su galardón.

3 Mas cuando tú haces limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha.

4 Que sea tu limosna en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, él te recompensará en lo público.

5 Y cuando orares, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en las esquinas de las calles en pié; para que sean vistos. De cierto que ya tienen su galardón.

6 Mas tú, cuando orares, entra en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará en lo público.

7 Y orando, no habléis inútilmente, como los paganos, que piensan que por su parlería serán oidos.

8 No os hagáis pues semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de que cosas tenéis necesidad, ántes que vosotros le pidáis.

9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro, que estás en los cielos: sea santificado tu nombre.

10 Venga tu reino: sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

11 Dános hoy nuestro pan cotidiano.

12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos de mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

14 Porque si perdonareis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial.

15 Mas si no perdonareis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

16 Y cuando ayunáis, no seais como los hipócritas, austeros: que demudan sus rostros para parecer a los hombres que ayunan. De cierto os digo, que ya tienen su galardón.

17 Mas tú, cuando ayunas, unge tu cabeza, y lava tu rostro,

18 Para no parecer a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en lo escondido; y tu Padre que ve en lo escondido, te recompensará en lo público.

19 No hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompe, y donde ladrones minan, y hurtan;

20 Mas hacéos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompe, y donde ladrones no minan, ni hurtan.

21 Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón.

22 La luz del cuerpo es el ojo: así que si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será luminoso.

23 Mas si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo será tenebroso. Así que si la luz que en tí hay, son tinieblas, ¿cuántas serán las mismas tinieblas?

24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno, y amará al otro; o se llegará al uno, y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios, y a las riquezas.

25 Por tanto os digo: No os congojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿La vida no es más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?

26 Mirád a las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?

27 ¿Mas quién de vosotros, por mucho que se congoje, podrá añadir a su estatura un codo?

28 Y por el vestido, ¿por qué os congojáis? Aprendéd de los lirios del campo, como crecen: no trabajan, ni hilan:

29 Mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria fué vestido así como uno de ellos.

30 Y si la yerba del campo, que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fé?

31 No os congojéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o con qué nos cubriremos?

32 (Porque los Gentiles buscan todas estas cosas;) porque vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas tenéis necesidad.

33 Mas buscád primeramente el reino de Dios, y su justicia; y todas estas cosas os serán añadidas.

34 Así que, no os congojéis por lo de mañana; que el mañana traerá su congoja: basta al día su aflicción.

»
Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Copyright © 1960 by American Bible Society

Síguenos en:




Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos