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Hechos 27 - Biblia Kadosh Israelita Mesiánica

1 Cuando se decidió que habríamos de navegar para Italia, entregaron a Shaúl y algunos otros presos a un oficial del regimiento del Emperador llamado Julio.

2 Nos embarcamos en un barco Adramiteno que estaba para zarpar hacia los puertos de la costa de la provincia de Asia, y nos hicimos a la mar, con nosotros estaba Aristarco un Macedonio de Tesalónica.

3 Al día siguiente llegamos a Tzidon; y Julio, tratando a Shaúl con consideración, le permitió visitar amigos y recibir lo que necesitara.

4 Haciéndonos a la mar desde allí, navegamos a sotavento de Chipre, porque los vientos estaban en contra nuestra,

5 después a través de mar abierto por la costa de Cilicia y Panfilia; y arribamos a Mira y Licia.

6 Allí el oficial Romano encontró una nave Alejandrina que zarpaba para Italia y subimos a bordo.

7 Por un número de días navegando despacio, a duras penas llegamos cerca de Gnido con mucha dificultad. El viento no nos dejaba continuar por la ruta directa, navegando a sotavento de Creta desde Cabo Salmón;

8 y continuando con dificultad, abrazándonos a la costa, llegamos a un lugar llamado Puerto Placentero, cerca del pueblo de Lasea.

9 Puesto que habíamos perdido mucho tiempo, y continuar la travesía era muy peligroso, y porque ya había pasado el ayuno de Yom-Kippur,[164] Shaúl les aconsejó:

10 'Varones, puedo ver que nuestra travesía va a ser una catástrofe, no sólo con grandes pérdidas a la carga y a la embarcación, sino con pérdidas de nuestra vida también.'

11 Sin embargo, el oficial prestó más atención al piloto y al dueño del barco que a lo que Shaúl había dicho.

12 Además, siendo el puerto inadecuado para invernar, la mayoría llegó a la decisión de navegar de allí con esperanza de arribar en Fénix, otro puerto en Creta, e invernar allí; donde es protegido de los vientos sudoeste y noroeste.

13 Y, soplando una brisa suave del sur, ellos pensaron que tenían su meta alcanzable; levantaron el ancla y comenzaron a costear Creta, cerca de la orilla.

14 Pero no mucho después nos golpeó desde tierra un viento huracanado, el tipo que llaman Evrakilon.

15 El barco fue arrastrado, y sin poder dar proa frente al viento, nos entregamos a él y nos dejamos llevar.

16 Y pasando a sotavento de una pequeña isla llamada Cauda, con esfuerzo extremo, pudimos controlar el bote salvavidas.

17 Lo subieron a bordo y lo ataron con cables al propio barco para reforzarlo. Temiendo encallarnos en los bancos de arena de Sirte, arriaron los mástiles y las velas y entonces continuamos a la deriva.

18 Pero, como estábamos luchando contra una furiosa tempestad, al día siguiente empezaron a aligerar la nave;

19 y al tercer día, echaron el equipo de navegar por la borda con sus propias manos.

20 Ni el sol ni las estrellas aparecieron por muchos días, mientras la tempestad continuaba furiosa, hasta que gradualmente toda esperanza de sobrevivir se desvaneció.

21 Fue entonces, cuando ya habían estado mucho tiempo sin comer, que Shaúl se paró enfrente de ellos, y dijo: 'Me debieron haber hecho caso y no zarpar de Creta; si lo hubieran hecho, hubiéramos escapado esta pérdida desastrosa.

22 Pero ahora mi consejo es que tengan buen ánimo, porque ni uno de ustedes perderá su vida, sino solamente la nave se perderá.

23 Porque esta misma noche se paró junto a mí un malaj de YAHWEH, a quien yo pertenezco y a quien sirvo.

24 El dijo: '¡No tengas miedo, Shaúl! Tienes que comparecer ante el Emperador. ¡Mira! YAHWEH te ha concedido todos los que navegan contigo.'

25 Por tanto, ¡señores, tengan ánimo! Porque yo confío en YAHWEH y creo que lo que me ha sido dicho se hará realidad.

26 A pesar de esto, tenemos que encallar en alguna isla.'

27 Era la decimacuarta noche y todavía éramos llevados a través del mar Adriático,[165] cuando cerca de la medianoche, los marineros presintieron que nos acercábamos a tierra,

28 y echaron la sonda y vieron que la profundidad estaba a ciento veinte pies, un poco más adelante y volviendo a echar la sonda, era noventa pies.

29 Temiendo que nos abalanzáramos sobre las rocas, soltaron cuatro anclas de la popa y oramos para que llegara la luz del día.

30 En este punto la tripulación intentó abandonar el barco; bajaron el bote salvavidas al mar, aparentando que iban a echar las anclas de la proa.

31 Shaúl le dijo a los oficiales y soldados: 'A menos que estos hombres permanezcan en la nave, ustedes mismos no se podrán salvar.'

32 Entonces los soldados cortaron las amarras del bote salvavidas y se fue a la deriva.

33 Un poco antes de que rompiera el día, Shaúl alentaba a todos a comer, diciendo: 'Hoy es el decimocuarto día que han estado en suspenso y teniendo hambre, sin comer nada.

34 Por lo tanto, les aconsejo que coman algo; lo necesitan para su propia supervivencia. Porque ni uno sólo de ustedes perderá ni un cabello de sus cabezas.'

35 Cuando había dicho esto, tomó pan, pronunció una berajah a YAHWEH delante de todos, lo partió y comenzó a comer.

36 Con la valentía restaurada, todos comieron algo de alimento.

37 Por todos, estábamos doscientos setenta y seis de nosotros en el barco.

38 Después que comieron todo lo que quisieron aligeraron la embarcación echando el grano en el mar.

39 Cuando se hizo de día, ellos no reconocían la tierra; pero divisaron una ensenada con la playa de arena, donde decidieron encallar el barco, si esto fuera posible.

40 De modo que cortaron las anclas y las dejaron en el mar; al mismo tiempo, soltaron las amarras que mantenían los timones fuera del agua. Entonces izaron al viento la vela de proa y enfilaron hacia la playa.

41 Pero, dando con un lugar donde se encuentran dos corrientes, hicieron encallar la nave allí mismo en un banco de arena. La proa se clavó y quedó inmóvil, mientras que la popa se abría con la violencia de las olas.

42 En este momento los soldados acordaron matar a los prisioneros, para que ninguno nadara y se escapara.

43 Pero el oficial, queriendo salvar a Shaúl, les impidió llevar a cabo su plan. Mandó que los que pudieran nadar se tiraran por la borda primero y se fueran a la orilla,

44 y que los demás usaran tablas u otros objetos del barco que pudieran encontrar. Y así fue como todos llegamos a tierra sanos y salvos.

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Kadosh Israelita Mesiánica

Traducción Kadosh Israelita Mesiánica © 2011 Diego Ascunce Traductor

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