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Génesis 47 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011

1 Entonces Yosef vino a informar al Paroh, y le dijo: “Mi padre y mis hermanos, con sus rebaños y manadas y todas sus pertenencias, han venido de la tierra de Kenaan y están ahora en la región de Goshen”.

2 Y escogiendo algunos de sus hermanos, se los presentó al Paroh.

3 El Paroh les dijo a sus hermanos: “¿Cuál es su ocupación?” Ellos le respondieron al Paroh: “Sus servidores somos pastores, como también lo fueron nuestros padres.

4 Y agregaron: “Hemos venido a residir como extranjeros en esta tierra, porque no hay pasto para los rebaños de sus servidores, y el hambre es severa en la tierra de Kenaan. Tenga la bondad, pues, de permitir que sus servidores se queden en la región de Goshen”.

5 Entonces el Paroh le dijo a Yosef: “En cuanto a tu padre y tus hermanos,

6 la tierra de Mitsráyim está abierta delante de ti: establece a tu padre y tus hermanos en la mejor parte de la tierra; deja que se queden en la región de Goshen. Y si conoces algunos hombres hábiles entre ellos, ponlos a cargo de mis crianzas”.

7 Yosef entonces trajo a su padre Yaaqov y se lo presentó al Paroh; y Yaaqov saludó al Paroh.

8 El Paroh le preguntó a Yaaqov: “¿Cuántos años tienes?”

9 Y Yaaqov le respondió al Paroh: “Los años de mi peregrinación [sobre la tierra] son ciento treinta. Pocos y malos han sido los años de mi vida; ni siquiera se acercan a los lapsos de vida de mis padres durante sus peregrinaciones”.

10 Entonces Yaaqov se despidió del Paroh, y salió de su presencia.

11 De modo que Yosef instaló a su padre y sus hermanos, dándoles propiedades en la parte más selecta de la tierra de Mitsráyim, en la región de Ramesés, como había ordenado el Paroh.

12 Yosef mantenía con pan a su padre, a sus hermanos, y a toda la familia de su padre, hasta los más pequeños.

13 En aquel tiempo no había pan en todo el mundo, pues el hambre era muy severa; tanto la tierra de Mitsráyim como la tierra de Kenaan languidecían por causa del hambre.

14 Yosef adquirió todo el dinero que podía hallarse en la tierra de Mitsráyim y en la tierra de Kenaan, como pago por las raciones que se procuraban, y Yosef trajo el dinero al palacio del Paroh.

15 Y cuando se acabó el dinero en la tierra de Mitsráyim y en la tierra de Kenaan, todos los mitsritas venían donde Yosef y le decían: “¡Denos pan antes de que muramos ante sus propios ojos; porque el dinero se acabó!”

16 Y Yosef decía: “Tráiganme su ganado, y yo les venderé a cambio de su ganado, si el dinero se acabó”.

17 Así que le traían su ganado a Yosef, y Yosef les daba pan a cambio de sus caballos, de sus existencias de ovejas y ganado, y asnos; así les proveyó pan aquel año a cambio de todo su ganado.

18 Y cuando terminó aquel año, acudían a él el siguiente año y le decían: “No podemos ocultarle a nuestro amo que, con todo el dinero y los abastos de animales que le entregamos a nuestro amo, no queda nada a la disposición de nuestro amo excepto nuestras personas y nuestra tierra de cultivo.

19 No nos deje perecer ante su vista, tanto nosotros como nuestra tierra. Tómenos a nosotros y nuestras tierras a cambio de pan, y nosotros con nuestra tierra seremos servidumbre del Paroh; provéanos la semilla, para que vivamos y no muramos, y que la tierra no quede desolada”.

20 Así Yosef tomó posesión de toda la tierra de cultivo de Mitsráyim para el Paroh, todo mitsrita vendió su campo porque el hambre era demasiada para ellos; así la tierra pasó al Paroh.

21 Y él mudaba la población pueblo por pueblo, de un extremo de la frontera de Mitsráyim hasta el otro.

22 Sólo la tierra de los sacerdotes no tomó, porque lo sacerdotes recibían alimento del Paroh, y vivían del alimento que el Paroh les daba; por eso no vendieron sus tierras.

23 Entonces Yosef le dijo al pueblo: “Siendo que hoy yo los he adquirido a ustedes y sus tierras para el Paroh, aquí tienen semilla para que siembren la tierra.

24 Y cuando venga la cosecha, le darán la quinta parte al Paroh, y cuatro quintas partes serán de ustedes como semilla para los campos y como alimento para ustedes y sus familias, y como manutención para sus hijos”.

25 Y ellos dijeron: “¡Usted nos ha salvado la vida! Estamos agradecidos a nuestro amo, y seremos servidumbre para el Paroh”.

26 Y Yosef hizo de aquello una ley civil en Mitsráyim, que aún es válida, que una quinta parte se debe dar al Paroh; solamente la tierra de los sacerdotes no vino a ser del Paroh.

27 Así se estableció Yisrael en el país de Mitsráyim, en la región de Goshen; allí adquirieron propiedades, y se hicieron fértiles y aumentaron grandemente.

28 Yaaqov vivió diez y siete años en la tierra de Mitsráyim, de modo que el lapso de la vida de Yaaqov llegó a los ciento cuarenta y siete años.

29 Y cuando se le acercaba a Yaaqov el tiempo de morir, llamó a su hijo Yosef y le dijo: “Hazme este favor, pon tu mano bajo mi muslo como promesa de tu constante lealtad: por favor, no me sepultes en Mitsráyim.

30 Cuando me acueste con mis padres, sácame de Mitsráyim y sepúltame en el sepulcro de ellos”. Él respondió: “Lo haré como lo has dicho”.

31 Y él le dijo: “Júramelo”. Y él se lo juró. Entonces Yisrael se inclinó en la cabecera de la cama.

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Versión Israelita Nazarena 2011

Traducción Kadosh Israelita Mesiánica © 2011 Diego Ascunce Traductor

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