Salmos 84 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Del director. Con la lira de Gat. De los hijos de Coré. Salmo.

² Cuán amable es tu morada, Señor de los ejércitos.

³ Mi alma languidece y se consume por los atrios del Señor; mi corazón y mi carne saltan de gozo hacia el Dios vivo.

⁴ Aun los pájaros hallan una casa, la golondrina un nido, donde poner sus polluelos: en torno a tus altares, Señor de los ejércitos, tú, mi rey y mi Dios.

⁵ Dichosos los que habitan en tu casa, para alabarte sin cesar. Selah

⁶ Dichosos los que de ti toman su fuerza, en sus corazones tus caminos.

⁷ Al pasar por el valle de los bálsamos, lo tornan manantial, y la lluvia primera lo viste de sus dádivas.

⁸ Van de bienes en bienes, y Dios se dejará ver sobre Sión.

⁹ Señor, Dios de los ejércitos, escucha mi plegaria, presta atención, Dios de Jacob. Selah

¹⁰ Mira, oh Dios, nuestro escudo, mira la faz de tu ungido.

¹¹ En tus atrios un día vale mil: yo prefiero estar en la puerta de la casa del Señor, que habitar en las tiendas del impío.

¹² Torre y escudo es el Señor: él otorga favores y fortuna, y no rehúsa bien alguno al que camina en rectitud.