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Levítico 27 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Habló Yahveh a Moisés:

2 'Di a los israelitas: cuando alguien haga un voto, te toca a ti hacer la valoración de las personas según Yahveh.

3 Tu estimación será la siguiente: los hombres de veinte a sesenta años serán valorados en cincuenta siclos de plata, según el peso del siclo del santuario.

4 Tu valoración en el caso de las mujeres será de treinta siclos.

5 Si se trata de personas de cinco a veinte años, tu estimación será de veinte siclos para los varones y de diez siclos para las mujeres.

6 Si fuere de un mes a cinco años, estimarás a los varones en cinco siclos de plata y a las mujeres en tres.

7 Si se trata de persona de sesenta años en adelante, estimarás a los varones en quince siclos y a las mujeres en diez.

8 Si el que ha hecho el voto es demasiado pobre para pagar esas cantidades, será presentado al sacerdote, el cual estimará el valor en proporción a los recursos del que hizo el voto.

9 En cuanto a los animales que son presentados como ofrenda a Yahveh, todo lo que se da así a Yahveh será cosa sagrada.

10 No será sustituido ni trocado, bueno por malo o malo por bueno. Si alguien cambia un animal por otro, ambos quedarán consagrados.

11 Si se trata de un animal impuro, de los que no se hace ofrenda a Yahveh, el animal será presentado ante el sacerdote,

12 el sacerdote lo valorará según que sea bueno o malo; y habrá que atenerse a la estimación del sacerdote.

13 Si lo quiere rescatar, se añadirá un quinto al valor de su tasación.

14 Si un hombre consagra su casa a Yahveh como cosa sagrada, el sacerdote la valorará, según que sea buena o mala, y habrá que atenerse a la estimación del sacerdote.

15 Pero si el hombre quiere rescatar su casa, añadirá un quinto al valor de su tasación y recuperará la casa.

16 Si uno consagra a Yahveh un campo de su patrimonio, tu estimación se hará conforme a la medida de su sembradura, a razón de cincuenta siclos de plata por ómer de cebada.

17 Si consagra su campo durante el año del jubileo, quedará establecido su valor según la anterior estimación;

18 pero si consagra su campo después del año jubilar, entonces el sacerdote computará su precio según los años que quedan hasta otro año jubilar, y se hará la correspondiente rebaja de tu estimación.

19 Si el que ha consagrado el campo lo quiere rescatar, añadirá el quinto al valor de tu tasación y recuperará el campo.

20 Si no lo rescata, sino que lo vende a otro hombre, el campo no podrá ya ser rescatado en adelante.

21 Cuando ese campo quede libre el año jubilar, será consagrado a Yahveh como campo de anatema, y su propiedad pasará al sacerdote.

22 Si alguien consagra a Yahveh un campo que ha comprado, y que no formaba parte de su herencia,

23 el sacerdote calculará el importe de la estimación por el tiempo que falta hasta el año jubilar; y el hombre pagará aquel mismo día el importe como cosa consagrada a Yahveh.

24 En el año del jubileo, el campo volverá a aquel a quien se lo había comprado y lo poseía como propiedad hereditaria.

25 Toda estimación se hará en siclos del santuario. Un siclo tiene veinte gerá.

26 Pero nadie podrá consagrar a Yahveh el primogénito del ganado, sea buey o carnero, porque ya pertenece a Yahveh en calidad de primogénito.

27 Si fuere de los animales impuros, se le rescatará según el precio de tu estimación, añadiéndosele a éste un quinto. Si no se le rescata, se venderá según tu estimación.

28 Sin embargo, nada de lo que un hombre posee, hombres, animales o campos de su propiedad, y que ha consagrado como anatema a Yahveh, podrá ser vendido o rescatado. Todo anatema es cosa muy sagrada para Yahveh.

29 Ningún ser humano que haya sido consagrado por anatema podrá ser rescatado; morirá sin remisión.

30 Todo diezmo de la tierra, tanto de las semillas de la tierra como del fruto de los árboles, pertenece a Yahveh; es cosa consagrada a Yahveh.

31 Si alguno quiere rescatar parte de su diezmo, añadirá la quinta parte de su valor.

32 Todo diezmo de ganado mayor o menor, a saber, la décima parte de todo lo que pasa bajo el cayado, será cosa consagrada a Yahveh.

33 No se mirará si es bueno o malo, no se reemplazará uno por otro. Si se hace algún cambio, tanto el animal como su sustituto quedarán consagrados y no podrán ser rescatados'.

34 Éstos son los mandamientos que dio Yahveh a Moisés para los israelitas en el monte Sinaí.

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Biblia Version de Serafin Ausejo

Copyright © Serafín de Ausejo 1975.

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