Salmos 92 - Nueva Biblia Española (1975)1 Es bueno dar gracias al Señor y tañer en tu honor, oh Altísimo; 2 proclamar por la mañana tu lealtad y de noche tu fidelidad, 3 con arpas de diez cuerdas y laúdes sobre arpegios de cítaras, 4 porque tus acciones, Señor, son mi alegría y mi júbilo las obras de tus manos. 5 ¡Qué magníficas son tus obras, Señor; qué profundos tus designios! 6 El ignorante no los entiende ni el necio los comprende. 7 Aunque broten como hierba los malvados y florezcan los malhechores, serán destruidos para siempre. 8 Tú, en cambio, Señor, eres excelso por los siglos. 9 Sí, tus enemigos, Señor; sí, tus enemigos perecerán, los malhechores se dispersarán; 10 pero yo alzo la cabeza como búfalo que sacude los cuernos, estoy ungido con aceite fresco. 11 Cuando los malvados se alzan contra mí, contemplo a mis enemigos y mis oídos escuchan: 12 'El honrado florecerá como palmera, se alzará 13 como cedro del Líbano plantado en la casa del Señor, florecerá en los atrios de nuestro Dios; 14 en la vejez seguirá dando fruto y estará lozano y frondoso; 15 proclamando que el Señor es recto, que en mi Roca no existe la maldad'. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.