Salmos 92 - Biblia Reina Valera 19771 Salmo. Cántico para el sábado. Bueno es alabarte, oh Jehová, Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; 2 Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu fidelidad cada noche, 3 Al son del decacordio y del salterio, En tono suave con el arpa. 4 Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; En las obras de tus manos me gozo. 5 ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus designios. 6 El hombre necio no los entiende, Y el insensato no los comprende. 7 Que si brotan los impíos como la hierba, Y florecen todos los que hacen iniquidad, Es para ser destruidos eternamente. 8 Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo. 9 Porque he aquí tus enemigos, oh Jehová, Porque he aquí, perecerán tus enemigos; Serán dispersados todos los que hacen maldad. 10 Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con aceite fresco. 11 Y miraré con desprecio sobre mis enemigos; Oirán mis oídos acerca de los que se levantaron contra mí, de los malignos. 12 El justo florecerá como la palmera; Crecerá como el cedro en el Líbano. 13 Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios florecerán. 14 Aun en la vejez fructificarán; Estarán vigorosos y lozanos, 15 Para anunciar que Jehová es recto, Es mi roca, y en él no hay injusticia. |
La Revisión de Reina Valera 1977, realizada bajo los auspicios de CLIE, por un equipo de especialistas en traducción bíblica. ©