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2 Samuel 22 - Biblia Nacar-Colunga

1 (TEXTO OMITIDO)

2 (TEXTO OMITIDO)

3 Mi escudo, el cuerno de mi salvación, mi inaccesible asilo, mi salvador de la violencia.

4 Yo invoqué, alabándole, a Yahvé y quedé a salvo de mis enemigos.

5 Ya me rodeaban con estrépito las olas de la muerte, ya me aterrorizaban los torrentes del averno,

6 ya me aprisionaban las ataduras del sepulcro, ya me habían cogido los lazos de la muerte,

7 y en mi angustia invocaba a Yahvé, imploraba el auxilio de mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, mi clamor llegó a sus oídos.

8 Conmovióse y tembló la tierra, vacilaron los fundamentos de los montes y se estremecieron, porque se airó contra ellos.

9 Subía de sus narices el humo de su ira, y de su boca fuego abrasador, carbones encendidos por él.

10 Y abajó los cielos y descendió, negra obscuridad tenía bajo sus pies.

11 Subió sobre los querubines y voló, voló sobre las alas de los vientos.

12 Puso en derredor suyo tinieblas por velo. Se cubrió con calígine acuosa y densas nubes.

13 Ante su resplandor se deshicieron sus nubes. En granizo y centellas de fuego.

14 Tronó Yahvé desde los cielos, el Altísimo hizo resonar su voz,

15 lanzó sus saetas y los desbarató, fulminó sus muchos rayos y los consternó.

16 Y aparecieron arroyos de aguas, y quedaron al descubierto los fundamentos del orbe ante la increpadora ira de Yahvé, al resoplido del huracán de su furor.

17 Extendió su mano desde lo alto y me tomo, me sacó de la muchedumbre de las aguas,

18 me arrancó de mi feroz enemigo, de los que me aborrecían y eran más fuertes que yo.

19 Querían asaltarme en día fatal para mí. Pero fue Yahvé mi fortaleza,

20 y me puso en seguro,salvándome, porque se agradó de mí.

21 Remunerábame Yahvé conforme a mi justicia, según la pureza de mis manos me pagaba,

22 pues yo había seguido los caminos de Yahvé y no me había impíamente apartado de mi Dios.

23 Tenía ante mis ojos todos sus mandatos y no rehuía sus leyes,

24 sino que fui íntegro con él y me guardé de la iniquidad.

25 Y me retribuyó Yahvé conforme a mi justicia y según la limpieza de mis manos ante sus ojos.

26 Con el piadoso muéstrase piadoso, íntegro con el íntegro;'

27

28 Tú salvas al humilde, pero humillas al soberbio.

29 Tú haces lucir mi lámpara, ¡oh Yahvé!; mi Dios, ilumina mis tinieblas.'

30 Ciertamente, fiado en ti, soy capaz de romper ejércitos; fiado en mi Dios asalto murallas.'

31 Es perfecto el camino de Dios, la palabra de Yahvé es acrisolada. Es el escudo de cuantos a él se acogen.

32 ¿Qué Dios hay fuera de Yahvé? ¿Qué roca hay fuera de nuestro Dios?

33 El Dios fuerte que me ciñó de fortaleza y prosperó mis caminos,

34 que me dio pies como de ciervo y me puso sobre las alturas,

35 que adiestró mis manos para la lucha y mis brazos para tender el arco.

36 Me entregaste tu escudo salvador, tu diestra me fortalecía

37 me hacías correr a largos pasos, sin que se cansaran mis pies.

38 Perseguía a mis enemigos y los alcanzaba, y no me volvía sin haberlos desbaratado.

39 Los machacaba, sin que pudieran levantarse; caían bajo mis pies.'

40 Me ceñiste de fortaleza para la guerra, sometiste a los que se alzaban contra mí,

41 obligaste a mis enemigos a darme las espaldas y reducías al silencio a los que me odiaban.

42 Vociferaban, pero no había quien los socorriese; a Yahvé, pero El no los oía.'

43 Y los dispersaba como el polvo lo dispersa el viento, y como al lodo de las plazas los pulverizaba.

44 Me libraste de las sediciones del pueblo, me pusiste por cabeza de gentes. Pueblos que no conocía me servían.

45 Los extraños me halagaban, obedécenme con diligente oído;'

46 los extraños desfallecieron y salen temblando de sus refugios.

47 Viva Yahvé y bendito sea su nombre! Ensalzado sea el Dios, mi salvador.

48 El es el Dios que me otorga la venganza, el que me somete los pueblos,

49 el que me libra de mis enemigos, el que me hace superar a los que se alzan contra mí, el que me libra del hombre violento;'

50 por eso le daré gracias, ¡oh Yahvé! ante las gentes y cantaré yo salmos en tu honor.

51 El que da grandes victorias a su rey, el que hace misericordia a su ungido, David, y a su descendencia por la eternidad.”

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Biblia Nácar-Colunga

Alberto Colunga Cueto, y Eloíno Nácar Fúster. 1944©

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