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Mateo 6 - La Biblia del Oso  RV 1569

Proſsigue mas en especial en la purificacion de la verdadera doctrina de la Ley y de las pias obras, siempre, como començó, contra poniendo las obras de los hypocritas. I. De la Limosna. II. De la oracion, y del perdonar con facilidad las offensas à los hermanos. III. Del ayuno. IIII. El primero y solo estudio del pio Euangelico, adquirir verdadera y biua fe, y procurar ſu augmento abnegada toda auaricia, pospuesto y mortificado todo cuydado congoxoso del victo, el qual el Padre celestial tiene tomado ſobre ſi &c.

1 Mirad que no hagays vuestra limosna delante de los hombres, paraque seays mirados deellos: de otramanera no aureys salario acerca de vuestro Padre que eſtá en los cielos.

2 Pues quando hazes limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hazen los hypocritas, en las Synogas y en las plaças, para ſer estimados de los hõbres: decierto os digo que ya tienen ſu salario.

3 Mas quando tu hazes limosna, no sepa tu yzquierda loque haze tu derecha:

4 Que ſea tu limosna en secreto: y tu Padre, que mira en lo secreto, el te pagará en publico.

5 ¶ Y quando oráres, no seas como los hypocritas: porque ellos aman el orar en los ayuntamientos, y en los cantones de las calles en pie: paraque ſean vistos. Decierto que ya tienen ſu salario.

6 Mas tu, quando oras, entrate en tu camara: y cerrada tu puerta, ora à tu Padre, que eſtá en secreto: y tu Padre que vee en lo secreto, te pagará en publico.

7 Y orando, no seays prolixos, como los ethnicos, que piẽsan que por ſu parleria serán oydos.

8 No hos hagays pues semejãtes à ellos. porque vuestro Padre sabe de que coſas teneys neceſsidad, antes que vosotros le pidays.

9 Vosotros pues orareys anſi: Padre nuestro, que estás en los cielos, Sea sanctificado tu Nombre.

10 Vẽga tu Reyno, Sea hecha tu volũtad, como en el cielo, anſi tambien en la tierra.

11 Danos oy nuestro pan quotidiano.

12 Y sueltanos nuestras deudas, como tambien noſotros soltamos à nuestros deudores.

13 Y no nos metas en tentacion: mas libranos de mal: porque tuyo es el Reyno, y la potẽcia, y la gloria, por todos los ſiglos. Amen.

14 Porque ſi soltardes à los hõbres ſus offensas, soltaroshá tambien à vosotros vuestro Pardre celestial.

15 Mas sinó soltardes à los hombres ſus offensas, tampoco vuestro Padre os soltará vuestras offensas.

16 ¶ Y quando ayunays, no seays como los hypocritas austeros, que demudan ſus rostros para parecer à los hombres que ayunan. Decierto os digo, que ya tienen ſu salario.

17 Mas tu, quando ayunas, vnge tu cabeça, y laua tu rostro:

18 Para no parecer à los hombres que ayunas, ſino à tu Padre que eſtá en secreto: y tu Padre que vee en lo secreto, te pagará en publico.

19 ¶ No hagays theſoros en la tierra, donde la polilla y el orin corrompe: y dõde ladrones minan, y hurtan.

20 Mas hazeos theſoros en el cielo, donde ni polilla ni orin corrompe: y donde ladrones no minan ni hurtan.

21 Porque dõde estuuiere vuestro thesoro, alli estará vuestro coraçon.

22 El candil del cuerpo es el ojo: anſique ſi tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo ſerá luminoso.

23 Mas ſi tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo ſerá tenebroso. Anſique ſi la lumbre que en ti ay, ſon tinieblas, quantas serán las mismas tinieblas.

24 Ninguno puede seruir à dos señores: porque o aborrecerá àl vno, y amará àl otro: o ſe llegará àl vno, y menospreciará àl otro. No podeys seruir à Dios, y à Mãmõ.

25 Portanto os digo, No os congoxeys por vuestra vida, que aueys de comer, o que aueys de beuer: ni por vuestro cuerpo, que aueys de vestir. La vida no es mas que el alimento, y el cuerpo que el veſtido?

26 Mirad à las aues del cielo, que no siẽbran, ni siegan, ni allegã en alholies, y vuestro Padre celestial las alimẽta. No soys vosotros mucho mejores que ellas?

27 Mas quien de vosotros podrá cõgoxandoſe añidir à ſu estatura vn cobdo?

28 Y por el veſtido porque oscõgoxays? Apprended de los lyrios del campo, como crecen: no trabajan ni hilan:

29 Mas digo os, que ni aun Salomon con toda ſu gloria fue veſtido anſi como vno deellos.

30 Y ſi la yerua del campo, que oy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste anſi, no hará mucho mas à vosotros hombres de poca fe?

31 No os congoxeys pues diziendo, Que comeremos, o que beueremos, o conque nos cubriremos:

32 Porque las Gentes buscan todas estas coſas. porque vuestro Padre celestial sabe que de todas estas coſas teneys neces sidad.

33 Mas buscad primeramente el Reyno de Dios, y ſu justicia, y todas estas coſas os serán añididas.

34 Anſique, no os congoxeys por lo de mañana: que el mañana traerá ſu congoxa; basta àl dia ſu afflicion.

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La Biblia del Oso 1559

Casiodoro de Reina © Versión de Dominio Público.

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