Marcos 8 - La Biblia del Oso RV 1569 Harta otra vez la multitud en el desierto con pocos panes &c. 2. Demandãle los Phariseos señal &c. 3. Auisa à ſus Diſcipulos que ſe guarden de la doctrina Pharisaica y de la de Herodes porque ambas, aunque por diuersos caminos, pretendiã la abolicion de Chriſto. 4. Sana à vn ciego. 5. Examinada la fe que ſus Diſcipulos teniã deel, les reuela ſu muerte y resurrecion, y la neceſsidad de ello, y exhorta à ſu imitacion à los que le quisieren seguir &c. 1 EN aquellos dias, como otra vez vuo gran compaña, y no tenian que comer, IESVS llamó ſus Diſcipulos, y dizeles. 2 Tengo misericordia de la cõpaña, porque ya hà tres dias que eſtan conmigo: y no tienen que coman. 3 Y ſi los embio ayunos à ſus casas, desmayarán en el camino: porque algunos de ellos hàn venido de lexos. 4 Y ſus Diſcipulos le respondieron, De donde podrá alguien hartar à estos de pan aqui en el desierto? 5 Y pregũtoles, Quantos panes teneys? Y ellos dixeron, Siete. 6 Entonces mandó à la compaña que ſe recostaſſen à tierra: y tomando los ſiete panes, auiendo hecho gracias, partió, y dió à ſus Diſcipulos que pusieſſen delante: y puſieron delante à la compaña. 7 Tenian tambien vnos pocos de pescadillos, y auiendo bendicho, dixo que tãbien los pusieſſen delante. 8 Y comieron, y hartaronſe, y leuantaron de los pedaços que auian sobrado, ſiete espuertas. 9 Y eran losque comierõ, como quatro mil: y despidiólos. 10 ¶ Y luego entrando en el nauio cõ ſus Diſcipulos, vino en las partes de Dalmanutha. 11 Y vinieron Phariseos, y començarõ à altercar con el demandandole señal del cielo, tentandolo. 12 Y gimiendo de ſu eſpiritu dize, Porque pide señal eſta generacion? Decierto os digo que no ſe dará señal à eſta generacion. 13 Y dexandolos boluió à entrar en el nauio, y fueſe de la otra parte. 14 ¶ Y auiãse oluidado de tomar pã: y no teniã ſi no vn pan cõsigo en el nauio. 15 Y mandoles diziẽdo, Mirad, guardaos de la leuadura de los Phariseos, y de la leuadura de Herodes. 16 Y altercauan los vnos con los otros diziendo, Pan no tenemos. 17 Y como IESVS lo entendió, dizeles, Que altercays, porque no teneys pan? No considerays ni entendeys? Aun teneys ciego vuestro coraçon? 18 Teniendo ojos no veys: y teniẽdo oy dos no oys? y no os acordays? 19 Quando parti los cinco panes entre cinco mil, quantos cophines llenos de los pedaços alçastes? Y ellos dixeron, Doze. 20 Y quádo los ſiete en quatro mil, quãtas espuertas llenas de los pedaços alçastes? y ellos dixeron, Siete. 21 Y dixoles. Como aun no entendeys? 22 ¶ Y vino à Bethsaida: y traenle vn ciego, y rueganle que le tocaſſe. 23 Entonces tomando àl ciego de la mano, sacolo fuera del aldea, y escupiendo en ſus ojos, y poniendole las manos encima, preguntóle, ſi via algo. 24 Y el mirando, dixo, Veo los hombres: porque veo que andan, como arboles. 25 Luego le puso otra vez las manos ſobre ſus ojos, y hizole que miraſſe: y fué sano, y vido de lexos y claramente à todos. 26 Y embiólo à ſu caſa, diziendo, No entres en el aldea, ni lo digas à nadie en el aldea. 27 ¶ Y ſalió IESVS y ſus Diſcipulos por las aldeas de Cesarea de Philippo: Y en el camino preguntó à ſus Diſcipulos diziendoles, Quien dizen los hombres que ſoy yo? 28 Y ellos respondieron, Ioan el Baptista: Y otros, Elias: y otros, Alguno de los prophetas. 29 Entonces el les dize, Y vosotros quiẽ dezis que ſoy yo? Y respondiendo Pedro, dizele, Tu eres el Chriſto? 30 Y amenazòlos que no dixeſſen de el à ninguno. 31 Y començó à enseñarles, Que conuenia, que el Hijo del hombre padecieſſe mucho, y ſer reprouado de los Ancianos, y de los Principes de los Sacerdotes, y de los Escribas: y ſer muerto, y resuscitar deſpues de tres dias. 32 Y claramente dezia eſta palabra. Entõces Pedro lo tomó y comẽçole à reñir. 33 Y el, boluiendoſe y mirãdo à ſus Diſcipulos, tiñió à Pedro, diziendo, Apartate de mi Satanas: porque no sabes las coſas que ſon de Dios, ſi no las que ſon de los hõbres. 34 Y llamãdo à la compaña con ſus Disscipulos, dixoles Qualquiera que quisiere venir tras mi, niegueſe à ſi mismo, y tome ſu cruz, y sigame. 35 Porque el que quisiere saluar ſu vida, perderlahá: y elque perdiere ſu vida por cauſa de mi y del Euangelio, eſte la saluará. 36 Porque que aprouechará àl hombre ſi grangeáre todo el mũdo, y pierda ſu alma? 37 O que recompẽsa dará el hombre de ſu alma? 38 Porque elque ſe auergonçáre de mi y de mis palabras en eſta generacion adulterina y peccadora, el Hijo del hombre ſe auergonçará deel, quãdo vendrá en la gloria de ſu Padre con los sanctos Angeles. |
Casiodoro de Reina © Versión de Dominio Público.