Marcos 13 - La Biblia del Oso RV 1569 ES el mismo argumento y diſpoſicion del cap. 24. de S, Mattheo. 1 Y Saliendo del Templo, dizele, vno de ſus Diſcipulos, Maestro, mira que piedras, y que edificios. 2 Y IESVS respondiendo dixole, Vees estos grandes edificios? no quedará piedra ſobre piedra que no ſea derribada. 3 Y sentandoſe en el Monte de las Oliuas delante del Templo, preguntaronle à parte Pedro, y Iacobo, y Ioan, y Andres. 4 Di nos, quando serán estas coſas? Y que señal aurá quando todas las coſas han de ſer acabadas? 5 Y IESVS respondiendoles, començó à dezir, Mirad que nadie os engañe. 6 Porque vẽdrán muchos en mi nombre, diziendo, Yo ſoy el Chriſto: y engañarán à muchos. 7 Mas quando oyerdes de guerras, y de rumores de guerras, no os turbey: porque conuiene hazerse anſi. mas aũ no sera la fin. 8 Porque gente ſe leuantara contra gente, y reyno contra reyno: y aurá terremotos en cada lugar, y aura hambres, y alborotos: principios de dolores serán estos. 9 Mas vosotros mirad por vosotros: porque os entregarán en cõsejos, y en synogas: ſe reys açotados: y delante de presidentes y de reyes sereys llamados por cauſa de mi por testimonio à ellos. 10 Y en todas las gentes cõuiene que el Euangelio ſea predicado antes. 11 Y quando os truxeren entregãdo os, no premediteys que aueys de dezir, ni lo pẽseys: mas loque os fuere dado en aquella hora, eſſo hablad. porque no soys vosotros losque hablays, ſi no el Eſpiritu Sancto. 12 Y entregará à la muerte el hermano àl hermano, y el padre àl hijo: y leuantarsehán los hijos contra los padres, y matarloshan. 13 Y sereys aborrecidos de todos por mi nombre: MAS EL QVE PERSEVERARE HASTA LA FIN, ESTE SERA SALVO. 14 Empero quando vierdes la abominacion de aſſolamiento, [que fué dicha por Daniel,] que estará donde no deue, el que lee, entien da, entõces losque estuuieren en Iudea, huygan à los montes. 15 Y elque estuuiere ſobre la caſa, no deciẽ da à la caſa: ni entre para tomar algo de ſu caſa. 16 Y elque estuuiere en el campo, no torne atràs ni aun à tomar ſu capa. 17 Mas ay de las preñadas, y de las que criáren en aquellos dias. 18 Orad pues que no acontezca vuestra huyda en inuierno. [ò en Sabbado.] 19 Porque ſeran aquellos dias vna aflicion, qual nũca fué desde el principio de la Creacion de las coſas que crió Dios, haſta eſte tiẽ po, ni ſerá. 20 Y ſi el Señor no ouieſſe acortado aquellos dias, ninguna carne ſe saluaria. mas por cauſa de los Escogidos, que el eſcogió, acortó aquellos dias. 21 Y entonces ſi alguno os dixere, Heaqui, aqui eſtá el Chriſto, ò heaqui, alli eſtá, no lo creays. 22 Porque ſe leuantarán falsos Christos y falsos prophetas: y darán ſeñales y prodigros para engañar, ſi ſe pudieſſe hazer, aũ à los escogidos. 23 Mas vosotros mirad: heaqui os lohe dicho antes todo. 24 Empero en aquellos dias, deſpues de aquella aflicion, el Sol ſe escurecerá, y la Luna no dará ſu resplandor. 25 Y las eſtrellas caeran del cielo, y las virtudes que eſtan en los cielos ſeran commouidas. 26 Y entonces verán àl Hijo del hõbre que vendrá en las nuues con mucha potestad y gloria. 27 Y entonces embiará ſus Angeles, y jũtará ſus Escogidos de los quatro vientos, desde el vn cabo de la tierra haſta el cabo del cielo. 28 De la higuera aprended la ſemejança: Quãdo ſu rama ya ſe haze tierna, y brota hojas, conoceys que el verano eſtá cerca: 29 Ansi tambien vosotros quando vierdes hazerse estas coſas, conoced que eſtá cerca, à las puertas. 30 Decierto os digo que no paſſarâ eſta generacion, que todas estas coſas no ſean hechas. 31 El cielo y la tierra paſſarán, mas mis palabras nunca paſſarán. 32 Empero de aquel dia y de la hora, nadie sabe, ni aun los Angeles que eſtan en el cielo, ni el mismo Hijo, ſi no solo el Padre. 33 Mirad, velad y orad: porque nosabeys quando ſerá el tiempo. 34 Como el hombre que partiendoſe lexos, dexó ſu caſa, y dió à ſus sieruos ſu hazienda, y à cada vno ſu cargo, y àl portero mandó que velaſſe: 35 Velad pues, porque no sabeys quando el Señor de la caſa vendrá, à la tarde, ò à la media noche, ò àl canto del gallo, ò à la mañana. 36 Porque quãdo viniere de repente, no os halle durmiendo. 37 Y las coſas que à vosotros digo, à todos las digo, Velad. |
Casiodoro de Reina © Versión de Dominio Público.