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Isaías 41 - La Biblia del Oso  RV 1569


Redarguye Dios y conuence de vanidad à la ido. latria, prouando por el establecimiẽto de ſu Yglesia, y por la obra de la creacion, y por la prophecia cierta de las coſas por venir, que ha pueſto en ſu pueblo, y por la singular prouidencia que del tiene, ſer el el verdadero Dios: y los idolos vanidad porque nada desto tienen, y en materia ſon madera, ò metal &c. y en forma, hechuras de los mismos que los adoran: y en relacion, pura vanidad, confusion y verguença de los que los honrran.

1 Escuchad me Iſlas, y esfuercense los pueblos; alleguense y entonces hablen: estemos juntamente à juyzio.

2 Quien deſpertó del Oriente la justicia, y lo llamó paraque lo siguieſſe? entregó delante del gentes, y hizolo enseñorear de reyes: como poluo los entregó à ſu espa da, y como hojarascas arrebatadas à ſu arco.

3 Siguiólos, paſſó en paz por camino por donde ſus pies nunca auian entrado.

4 Quien obró, y hizo? Quien llama las generaciones desde el principio? Yo Iehoua primero, y yo mismo con los postreros.

5 Las yslas vieron, y tuuieron temor: los terminos de la tierra ſe espantaron: cõgregaronſe, y vinieron.

6 Cada qual ayudó à ſu cercano, y dixo à ſu hermano: Esfuerçate.

7 El carpintero animó àl platero: y elque alisa cõ martillo àlque batia en la yunque, diziendo: Buena es la soldadura. Y affirmólo con clauos, porque no ſe mouieſſe.

8 Mas tu Iſrael sieruo mio, Iacob à quiẽ yo escogi: ſimiente de Abraham mi amigo.

9 Porque te eché mano de los extremos de la tierra, desde ſus mojones te llamé, y te dixe; Mi sieruo serás tu: escogite, y no te deseché.

10 No temas, que yo ſoy contigo: no desmayes, que yo ſoy tu Dios, que te esfuerço siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

11 Heaqui que todos los que ſe enojan contra ti, ſe auergonçarán, y serán confusos; serán como nada: los que contigo contendieren, perecerán:

12 Mirarás por ellos, y no los hallarás. Los que tienen contienda contigo, serán como nada: y los que contigo tienen pendencia, como coſa que no es.

13 Porque yo Iehoua ſoy tu Dios, que te traua de tu mano derecha, y te dize: No temas, yo te ayudaré.

14 No temas gusano de Iacob, apocados de Iſrael, yo te socorreré, dize Iehoua, y tu Redemptor el Sancto de Iſrael.

15 Heaqui, que yo te he pueſto por trillo, trillo nueuo lleno de dientes: trillarás montes y molerloshas: y collados tornarás en tamo.

16 Ablentarloshás, y el viento los lleuarâ, y el toruellino los esparzirá. Tu emperó exultarás en Iehoua, en el Sancto de Iſrael te glorificarás.

17 Los pobres y menesterosos buscã las aguas, que no ay: ſu lengua ſe secó de sed: yo Iehoua los oyré: yo el Dios de Iſrael no los desamparare.

18 En los cabeços altos abriré rios, y fuentes en mitad de los llanos: tornaré el desierto en estanques de aguas: y la tierra yerma en manaderos de aguas.

19 Daré en el desierto cedros, espinos, arrayhanes, y oliuas: porné en la soledad hayas, olmos y alamos juntamente.

20 Porque vean, y conozcan: y aduiertan, y entiendan todos, que la mano de Iehoua haze eſto: y que el Sancto de Iſrael lo crió.

21 Alegad por vuestra cauſa, dize Iehoua, traed vuestros fundamentos, dize el Rey de Iacob.

22 Traygan, y annunciennos loque hà de venir. digannos loque hà paſſado desde el principio, y pondremos nuestro coraçon: y sepamos ſu postrimeria, y hazed nos entender loque hà de venir.

23 Dadnos nueuas de loque hà de ſer deſpues: paraque sepamos, que vosotros soys dioses. ò alomenos hazed bien, ò mal, paraque tengamos que contar, y juntamẽte nos marauillemos.

24 Heaqui, que vosotros soys de nada, y vuestras obras de vanidad: abominacion os eſcogió.

25 Del Norte deſperté, y vino: del nacimiento del Sol llamó en mi nombre: y vino a principes como à lodo, y como el ollero pisa el barro.

26 Quien dio nueuas desde el principio, paraque sepamos: y de antes, y diremos: juſto. Cierto no ay quien lo annuncie, cierto no ay quien lo enseñe, cierto no ay quien oyga vuestras palabras.

27 Yo ſoy el primero que he enseñado estas coſas à Sion, y à Ieruſalem di la nueua.

28 Miré, y no auia ninguno: y pregunte deestas coſas, y ningun consejero vuo: pregũteles, y no respondieron palabra.

29 Heaqui, todos vanidad: y las obras deellos nada. Viento y confusion ſus vaziadizos.

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La Biblia del Oso 1559

Casiodoro de Reina © Versión de Dominio Público.

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