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Hechos 4 - La Biblia del Oso  RV 1569

Pedro y Ioan ſon llamados àl concilio para dar razon del milagro dicho. II. Pedro responde cõ grande constancia affirmãdo auer sido hecho en vir tud de la fe y inuocacion del Iesus que ellos crucificaron, el qual es el verdadero Meſsias. III. El concilio, no pudiendo contradezir al milagro, embialos mandandoles que no hablen mas en aquel nombre: mas ellos responden que en ello no pueden obedecer, porque tienen mandamiento de Dios en contrario. IIII. Sueltos, vienen a los suyos, los quales glorifican à Dios por lo acontecido, y le oran por el adelãtamiento de ſu Reyno. V. Deſcriueſe ſu singular Charidad de los vnos para con los otros &c.

1 Y Hablando ellos àl pueblo, ſobreuleron los Sacerdotes y el Magistrado del Templo, y los Sadduceos:

2 Pesandoles de que enseñaſſen el pueblo, y annunciaſſen en el Nombre de Iesus la resurrecion de los muertos.

3 Y echaron les mano, y puſieronlos en la carcel haſta el dia siguiente: porque era ya tarde.

4 Mas muchos de losque auian oydo el sermon, creyeron: y fue hecho el numero de los varones, como cincomil.

5 Y acõteció el dia siguiẽte, que los principes deellos ſe juntaron, y los Ancianos, y los Escribas, en Ieruſalem:

6 Y Annas Principe de los Sacerdotes, y Caiphas, y loan, y Alexandro, y todos losque eran del linage sacerdotal.

7 Y haziendolos preſentar en medio, preguntaronles, Conque potestad, o en que nombre aueys hecho vosotros eſto?

8 ¶ Entonces Pedro, lleno de Eſpiritu Sãcto, les dixo, Principes del pueblo, y Ancianos de Iſrael.

9 Puesque somos oy demandados acerca del beneficio hecho à vn hõbre enfermo, es à ſaber, deque manera eſte aya sido sanado.

10 Sea notorio à todos vosotros, y à todo el pueblo de Iſrael, Que enel Nombre de Iesus el Chriſto, el Nazareno, elque vosotros crucificastes, y Dios lo resuscitó de los muertos, en eſto eſte eſtá en vuestra preſencia sano.

11 Este es la piedra reprouada de vosotros los edificadores, laqual es puesta por cabeça de esquina:

12 Y en ningun otro ay salud: porque no ay otro nõbre debaxo del cielo dado à los hombres enque podamos ſer saluos.

13 ¶ Entonces viẽdo la cõstancia de Pedro y de Ioan, sabido que eran hombres ſin letras y idiotas, marauillanse: y conocianlos, que auian sido cõ Iesus.

14 Y viẽdo àl hõbre que auia sido sanado, que eſtaua con ellos, no podian dezir nada en contra.

15 Mas mandarõles que ſe ſalieſſen fuera del cõcilio: y cõferian entresi.

16 Diziẽdo, Que hemos de hazer à estos hõbres? porque cierto señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria à todos los que moran en Ieruſalem, y no lo podemos negar:

17 Toda via, porque no ſe diuulgue mas por el pueblo, amenazemos los que no hablẽ deaqui adelante à hõbre ninguno en eſte Nõbre.

18 Y llamãdolos, denunciarõles que en nin gunamanera hablaſſen ni enseñaſſen enel Nombre de Iesus.

19 Entõces Pedro y Ioan respondiẽdo, dixerõles, Iuzgad, ſi es juſto delante de Dios obedecer antes à vosotros que à Dios.

20 Porque no podemos dexar de dezir loque auemos viſto, y oydo.

21 Ellos entõces no hallando enque punirlos, embiarõlos amenazandolos, por cauſa del pueblo: porque todos glorificauã à Dios de loque auia sido hecho.

22 Porque el hõbre en quiẽ auia sido hecho eſte milagro de sanidad, era demas de quarenta años.

23 ¶ Sueltos ellos, vinierõ à los suyos: y cõtaron loque los principes de los Sacerdotes y los Ancianos les auian dicho.

24 Los quales auiẽdolo oydo, alçâron vnanimes la boz à Dios, y dixeron, Señor, tu eres el Dios, que heziste el cielo y la tierra: la mar, y todas las coſas que en ellas están:

25 Que [en Eſpiritu Sancto] por la boca de Dauid [nuestro padre] tu sieruo dixiste, Porque han bramado las Gẽtes, y los pueblos han pẽsado coſas vanas?

26 Assistierõ los reyes de la tierra, y los principes ſe juntarõ en vno contra el Señor, y contra ſu Chriſto.

27 Porque verdaderamẽte ſe juntarõ [en eſta Ciudad] cõtra tu Sancto Hijo Iesus, àl qual vngiste, Herodes y Põtio Pilato cõ las Gẽtes, y los pueblos de Iſrael.

28 Para hazer loque tu mano y tu cõsejo antes auia determinado que auia de ſer hecho.

29 Y aora, Señor, pon los ojos en ſus amenazas, y dá à tus sieruos que contoda cõfiança hablen tu palabra:

30 Que estiẽdas tu mano à que sanidades, y milagros, y prodigios, ſean hechos por el Nõbre de tu Sancto Hijo Iesus.

31 Y como vuierõ orado, el lugar enque eſtauan ayuntados tembló: y todos fuerõ llenos de Eſpiritu Sancto, y hablaron la palabra de Dios con confiança.

32 ¶ Y de la multitud de losque auian creydo era vn coraçon y vna anima: y ninguno dezia ſer suyo algo de loque posseyan, mas todas las coſas les eran comunes.

33 Y los apoſtoles dauan testimonio de la resurrecion del Señor Iesus con grã esfuerço: y gran gracia era en todos ellos.

34 Que ningun necessitado auia entre ellos: porque todos los que posseyan heredades o casas, vendiẽdolo, trayã el precio de lo vendido.

35 Y depositauanlo à los pies dè los apoſtoles: y era repartido à cada vno como tenia la neceſsidad.

36 Entonces Ioseph, que fue llamado de los apoſtoles por ſobrenombre Barnabas, que es, ſi lo declâres, hijo de consolacion, Leuita, natural de Cypro.

37 Como tuuieſſe vna heredad, vẽdióla: y truxo el precio, y depositólo à los pies de los apoſtoles.

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La Biblia del Oso 1559

Casiodoro de Reina © Versión de Dominio Público.

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