Apocalipsis 5 - La Biblia del Oso RV 15691 Y Vide en la mano derecha del que es taua sentado ſobre el throno vn libro eſcripto de dentro y defuera, sellado con ſiete sellos. 2 Y vide vn fuerte Angel. predicando à alta boz; Quien es digno de abrir el libro, y de desatar ſus sellos; 3 Y ninguno podia ni enel cielo, ni en la tierra, ni debaxo de la tièrra abrir el libro, ni mirarlo. 4 Y yo lloraua mucho, porque no auia sido hallado niguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. 5 Y vno delos Ancianos me dize: No llo res: heaqui el Leon del tribu de Iuda, la Ra vz de Dauid, que ha vencido para abrir el libro, y defatar ſus ſiete sellos. 6 Y miré: y heaqui en medio del throno y delos quatro animales, y en medio delos Ancianos, eſtaua vn Cordero como muerto, que tenia ſiete cuernos, y sieteojos, que ſon los ſiete espiritus de Dios embiados en toda la tierra. 7 Y el vino, y tomó el libro de la mano derecha de aquel que eſtaua sentado en el throno. 8 Y quando vuo tomado el libro, los qua tro animales, y los veyntiquatro Ancianos ſe prostraron delante del Cordero, teniendo cada vno harpas, y taçones de oro, llenos de perfumes, que ſon las oraciones de los Sanctos. 9 Y cantauan vna nueua cancion diziẽdo: Digno eresde tomar el libro, yde abrir ſus sellos: porque tu fueste muerto, y nos has redemido para Dios cõ tu sangre, de todo linage, y lẽgua, y pueblo, y naciõ. 10 Y nos has hecho para nuestro Dios Reyes y Sacerdotes, y reynaremos ſobre la tierra. 11 Y miré, y oy boz de muchos Angeles àl derredor del throno, y de los animales, y de los Ancianos; Y la multitud dellos era millones de millones. 12 Que dezian à alta boz; El Cordero que fue muerto, es digno de tomar potencia, y riquezas, y ſabiduria, y fortaleza, y hõrra, y gloria, y alabãça. 13 Y oy à toda criatura que eſta enel cielo, y ſobre la tierra, y debaxo de la tierra, y que eſtá en la mar, y todas las coſas que enellos eſtan, diziẽdo: Alque eſtá sentado enel throno, y àl Cordero, ſea alabança, honrra, y gloria, y potencia para siempre jamas. 14 Y los quatro animales dezian: Amen. Y los veyntiquatro Ancianos cayeron las caras en tierra, y adoraron àl que biue para siempre jamas. |
Casiodoro de Reina © Versión de Dominio Público.