x

Biblia Todo Logo
idiomas
La Biblia Online

«

Salmos 109 - Biblia de las Americas 1997

SALMO 109Para el director del coro. Salmo de David.

Oración pidiendo venganza

1 Oh Dios de mi alabanza, no calles.

2 Porque contra mí han abierto su boca impía y engañosa; con lengua mentirosa han hablado contra mí.

3 Me han rodeado también con palabras de odio, y sin causa han luchado contra mí.

4 En pago de mi amor, obran como mis acusadores, pero yo oro.

5 Así me han pagado mal por bien, y odio por mi amor.

6 Pon a un impío sobre él, y que un acusador esté a su diestra.

7 Cuando sea juzgado, salga culpable, y su oración se convierta en pecado.

8 Sean pocos sus días, y que otro tome su cargo;

9 sean huérfanos sus hijos, y viuda su mujer;

10 vaguen errantes sus hijos, y mendiguen, y busquen el sustento lejos de sus hogares en ruinas.

11 Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene, y extraños saqueen el fruto de su trabajo.

12 Que no haya quien le extienda misericordia, ni haya quien se apiade de sus huérfanos;

13 sea exterminada su posteridad, su nombre sea borrado en la siguiente generación.

14 Sea recordada ante el Señor la iniquidad de sus padres, y no sea borrado el pecado de su madre.

15 Estén continuamente delante del Señor, para que Él corte de la tierra su memoria;

16 porque él no se acordó de mostrar misericordia, sino que persiguió al afligido, al necesitado y al de corazón decaído para matarlos.

17 También amaba la maldición, y esta vino sobre él; no se deleitó en la bendición, y ella se alejó de él.

18 Se vistió de maldición como si fuera su manto, y entró como agua en su cuerpo, y como aceite en sus huesos.

19 Séale como vestidura con que se cubra, y por cinto con que se ciña siempre.

20 Sea esta la paga del Señor para mis acusadores, y para los que hablan mal contra mi alma.

21 Mas tú, oh Dios, Señor, por amor de tu nombre hazme bien; líbrame, pues es buena tu misericordia;

22 porque afligido y necesitado estoy, y mi corazón está herido dentro de mí.

23 Voy pasando como sombra que se alarga; soy sacudido como la langosta.

24 Mis rodillas están débiles por el ayuno, y mi carne sin gordura ha enflaquecido.

25 Me he convertido también en objeto de oprobio para ellos; cuando me ven, menean la cabeza.

26 Ayúdame, Señor, Dios mío, sálvame conforme a tu misericordia;

27 y que sepan que esta es tu mano, que tú, Señor, lo has hecho.

28 Maldigan ellos, pero tú bendice; cuando se levanten, serán avergonzados, mas tu siervo se alegrará.

29 Sean vestidos de oprobio mis acusadores, y cúbranse con su propia vergüenza como con un manto.

30 Con mi boca daré abundantes gracias al Señor, y en medio de la multitud le alabaré.

31 Porque Él está a la diestra del pobre, para salvarlo de los que juzgan su alma.

»
La Biblia de las América

Copyright (c) 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation

Síguenos en:




Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos