Apocalipsis 1:12 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² Me volví para ver la voz que hablaba conmigo. Y, al volverme, vi siete candelabros de oro

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Biblia Reina Valera 1960

¹² Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² Cuando me di vuelta para ver quién me hablaba, vi siete candelabros de oro.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² Me volví para ver quién me hablaba. Detrás de mí había siete candeleros de oro,

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² Y me volví para ver la voz° que hablaba conmigo, y vuelto, vi siete candelabros de oro,

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹² Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro;

Apocalipsis 1:12 교차 참조

Zacarías 4:2

y me dijo: '¿Qué ves?'. Respondí: 'Veo un candelabro todo de oro con un recipiente en su parte superior, y encima de él siete lámparas y siete bocas para las siete lámparas que hay en su parte superior.

Éxodo 25:37

Luego harás sus siete lámparas, dispuestas de manera que iluminen la parte delantera.

Apocalipsis 1:20

En cuanto al misterio de las siete estrellas que has visto a mi diestra y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete Iglesias; y los siete candelabros son las siete Iglesias'.

Apocalipsis 1:13

y, en medio de los candelabros, a uno semejante al Hijo del hombre, vestido de túnica talar y ceñido a la altura del pecho con un ceñidor de oro.

Miqueas 6:9

Oigo que Yahveh clama a la ciudad: 'Escuchad, tribu y asamblea de la ciudad:

Éxodo 37:23

Fabricó las siete lámparas del candelabro, con sus despabiladeras y ceniceros de oro puro.

Apocalipsis 1:19

Escribe, pues, las cosas que has visto: las que son y las que han de suceder después.

Apocalipsis 2:1

Al ángel de la Iglesia de Éfeso escribe: 'Esto dice el que tiene en su diestra las siete estrellas, el que se pasea en medio de los siete candelabros de oro:

Apocalipsis 4:1

Después de esto, miré y vi una puerta abierta en el cielo. Y aquella voz primera, como de trompeta, que había hablado conmigo, decía: 'Sube acá y te mostraré lo que ha de suceder después'.