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Zacarías 9:10 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Destruirá de Efraín los carros, y de Jerusalén los caballos; quebrará los arcos de guerra, anunciará a las naciones la paz. De mar a mar se extenderán sus dominios, desde el Río hasta los confines de la tierra.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Quitaré los carros de guerra de Israel y los caballos de guerra de Jerusalén. Destruiré todas las armas usadas en la batalla, y tu rey traerá paz a las naciones. Su reino se extenderá de mar a mar y desde el río Éufrates hasta los confines de la tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Destruirá los carros de Efraím y los caballos de Jerusalén. Entonces se podrá romper el arco con flechas, pues él dictará la paz a las naciones. Extenderá su dominio de un mar al otro mar, y desde el Eufrates hasta el fin del mundo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Haré cortar° el carro de en medio de Efraín, Y la cabalgadura dentro de Jerusalem, El arco de guerra será quebrado, Porque Él hablará paz a las naciones; Su imperio será de mar a mar Y desde el río hasta los confines de la tierra.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Y cortaré el carro de Efraín, y el caballo de Jerusalén; y el arco de guerra será cortado; y hablará paz a las naciones; y su dominio será de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra.

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Zacarías 9:10
33 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

En aquel día -oráculo de Yahveh- me llamará: 'Esposo mío', y no me llamará más: 'Baal mío'.


Pero me compadeceré de la casa de Judá y los salvaré, porque yo soy Yahveh, su Dios. No los salvaré con arco, espada y lanza, ni con caballos y carros de guerra'.


Tocó el séptimo ángel. Y hubo grandes voces en el cielo que decían: 'El reino del mundo ha pasado a nuestro Señor y a su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos'.


Él será la paz. Asur invadirá nuestro país, pisará nuestro suelo; pero levantaremos contra él siete pastores y ocho príncipes del pueblo,


Pues la nación o el reino que no te sirvan, perecerán; esas naciones serán exterminadas por completo.


'No basta con que seas mi siervo, para levantar a las tribus de Jacob y hacer volver a los preservados de Israel. Voy a hacerte luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los confines de la tierra'.


Hacemos, pues, de embajadores en nombre de Cristo y es Dios el que por medio de nosotros os exhorta: 'En nombre de Cristo os lo pedimos: dejaos reconciliar con Dios'.


Y todo proviene de Dios que nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo y nos confirió el ministerio de la reconciliación,


Éste es el mensaje que ha enviado a los hijos de Israel anunciando el evangelio de paz por medio de Jesucristo. Él es Señor de todos.


derribaré los tronos de los reinos y destruiré el poder de los reinos de las naciones; volcaré el carro y a quien le monta: caerán por tierra los caballos y sus jinetes, cada uno por la espada de su hermano.


Sucederá en aquel día; la raíz de Jesé se erguirá como estandarte de los pueblos, la buscarán las naciones, y gloriosa será su morada.


Que subsista su nombre eternamente, que se extienda su fama en presencia del sol; que las naciones todas se bendigan en él y lo aclamen dichoso.


Los montes se alzarán con bienes para el pueblo, las colinas, con justicia.


Todo lugar que pise la planta de vuestros pies será vuestro: desde el desierto al Líbano, y desde el río, el Éufrates, hasta el mar occidental se extenderán vuestras fronteras.


Concédenos, Señor, ver tus favores y regálanos tu liberación.


Él juzgará las naciones y será el árbitro de pueblos numerosos. De sus espadas forjarán azadones y hoces de sus lanzas. No alzará la espada nación contra nación ni se adiestrarán más en la guerra.


En cuanto a ti, Torre del rebaño, Colina de la hija de Sión, hasta ti vendrá y llegará la soberanía de antaño, la realeza de Jerusalén.


Sobre el mar pondré su mano, sobre los ríos, su derecha.


Aquel día haré en su favor un pacto con los animales del campo, con las aves del cielo y con los reptiles de la tierra; quebraré y arrojaré del país arcos, lanzas y espadas y haré que descansen tranquilos.


Aquel día -oráculo de Yahveh-: aniquilaré tus caballos de en medio de ti y destruiré tus carros;


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