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Zacarías 7:5 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 'Di a todo el pueblo de la tierra y a los sacerdotes lo siguiente: cuando ayunabais y llorabais en el quinto y el séptimo mes, durante estos setenta años, ¿ayunabais acaso para mí?

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Biblia Reina Valera 1960

5 Habla a todo el pueblo del país, y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años, ¿habéis ayunado para mí?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 «Diles a tu pueblo y a tus sacerdotes: “Durante estos setenta años de destierro, cuando ayunaban y se vestían de luto en el verano y a comienzos del otoño, ¿hacían los ayunos realmente para mí?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Esto es lo que dirás a todos residentes del país y a los sacerdotes: Cuando ustedes han ayunado y llorado en julio y en septiembre, durante setenta años, ¿acaso fui yo el que les pedí ayunar?

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Habla a todo el pueblo de esta tierra y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunabais y guardabais duelo en el mes quinto y en el séptimo, durante estos setenta años, ¿ayunabais por mí? ¿Lo hacíais por mí?°

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Habla a todo el pueblo del país, y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años, ¿habéis ayunado para mí?

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Zacarías 7:5
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El ángel de Yahveh tomó la palabra y dijo: 'Yahveh Sebaot, ¿hasta cuándo seguirás sin apiadarte de Jerusalén y de las ciudades de Judá? Son ya setenta los años que estás airados contra ellas'.


Así, pues, ya comáis ya bebáis, ya hagáis cualquiera otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios.


Y cuando coméis y bebéis, ¿no coméis y bebéis para vuestro propio provecho?'.


y preguntar a los sacerdotes del templo de Yahveh Sebaot y a los profetas lo siguiente: '¿Debo hacer duelo y guardar abstinencia el quinto mes, como lo he hecho durante tantos años?'.


Lo que hagáis, hacedlo con sinceridad, como para el Señor, y no para los hombres,


Y por todos murió, para que los que viven no vivan ya para sí mismos, sino para aquel que por ellos murió y fue resucitado.


Hacen todas sus obras para que los hombres los vean: por eso ensanchan sus filacterias y se ponen grandes borlas en el manto;


Cuando ayunéis, no pongáis cara macilenta como los hipócritas, que adrede se desfiguran el rostro, para hacer ver a la gente que están ayunando; os lo aseguro: ya están pagados.


Y cuando hagáis vuestra oración, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar erguidos en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para exhibirse ante la gente. Os lo aseguro: ya están pagados.


Por tanto, cuando vayas a dar una limosna, no mandes tocar la trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para recibir el aplauso de los hombres; os lo aseguro: ya están pagados.


'Así dice Yahveh Sebaot: el ayuno del mes cuarto y el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo y el ayuno del décimo serán para la casa de Judá gozo y alegría y solemne día festivo. Pero amad la verdad y la paz'.


Todo este país será una ruina, una desolación, y servirán al rey de Babilonia setenta años.


Todos los jefes de las tropas se enteraron de que el rey de Babilonia había nombrado gobernador a Godolías y se presentaron, con todos sus hombres, a Godolías en Mispá. Eran Ismael, hijo de Netanías, Juan, hijo de Caréaj; Serayas, hijo de Tanjumet el netofatita, y Jazanías, el maacatita.


No me trajiste el cordero de tus holocaustos ni me ensalzaste con tus sacrificios. No te abrumé exigiéndote ofrendas, ni te cansé pidiéndote incienso.


'¿Por qué ayunamos, y no lo ves; nos mortificamos, y no lo adviertes?'. Mirad: el día de ayuno tratáis de negocios y explotáis a todos vuestros obreros.


Porque así dice Yahveh: 'Cuando se hayan cumplido para Babilonia setenta años, os visitaré y haré realidad en vosotros mi buena promesa de volveros a este lugar.


El día diez del mes quinto, es decir, el año diecinueve de Nabucodonosor, rey de Babilonia, Nebuzardán, jefe de guardia, servidor del rey de Babilonia, entró en Jerusalén.


en el primer año de su reinado, yo, Daniel, me puse a investigar en las Escrituras el número de los años que, según la palabra de Yahveh al profeta Jeremías, deberían pasar sobre la ruina de Jerusalén: eran setenta años.


No me invocan con su corazón, cuando gimen en sus lechos; por el trigo y el mosto se hacen incisiones, se rebelan contra mí.


La palabra de Yahveh Sebaot llegó hasta mí:


Pero el mes séptimo llegó Ismael, hijo de Netanías, hijo de Elisamá, de estirpe real, acompañado de diez hombres, e hirieron de muerte a Godolías y a los judíos y caldeos que estaban con él en Mispá.


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