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Zacarías 4:6 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Entonces tomó la palabra y me respondió así: 'Ésta es la palabra de Yahveh a Zorobabel: no por el poder ni por la fuerza, sino por mi espíritu -dice Yahveh Sebaot-.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Entonces me dijo: —El Señor dice a Zorobabel: “No es por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Entonces continuó: 'Estas siete lámparas son los ojos de Yavé que miran por toda la tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 ° Así que respondió y me explicó: Esto es la palabra de YHVH para Zorobabel: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dice YHVH Sebaot.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Entonces Él respondió y me habló, diciendo: Esta es la palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No por el poder, ni por la fuerza, sino por mi Espíritu, dice Jehová de los ejércitos.

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Zacarías 4:6
33 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

La victoria del rey no está en sus tropas, ni el guerrero se salva por su fuerza.


Pero me compadeceré de la casa de Judá y los salvaré, porque yo soy Yahveh, su Dios. No los salvaré con arco, espada y lanza, ni con caballos y carros de guerra'.


Yahveh derrotó a los etíopes ante Asá y ante Judá, y los etíopes emprendieron la huida.


Cuando se derrame sobre nosotros el espíritu de lo alto, el desierto será un vergel, y el vergel parecerá un bosque:


¡Ay de los hijos rebeldes -oráculo de Yahveh-, que hacen un plan pero no de mi parte, que firman un pacto pero no de mi agrado, añadiendo así pecado a pecado!


'Que Yahveh, el Dios que da vida a toda carne, proponga para que esté al frente de la comunidad a un hombre


Entonces Zorobabel, hijo de Sealtiel, y Josué, hijo de Josadac, se pusieron a edificar el templo de Dios en Jerusalén. Con ellos estaban los profetas de Dios, que los apoyaban.


Y les fue revelado que, no a sí mismos, sino a vosotros servían con este mensaje que ahora os anuncian los que os evangelizan por medio del Espíritu Santo enviado del cielo, mensaje que hasta los ángeles se asoman deseosos de verlo.


Tomad el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios.


Respondió José al Faraón: 'No yo; Dios será el que dé una interpretación favorable al Faraón'.


Jonatán dijo a su escudero. 'Ven; vamos a pasar al puesto de esos incircuncisos. Quizá Yahveh haga algo por nosotros, porque nada le impide a Yahveh dar la victoria con muchos o con pocos'.


Y todos los aquí reunidos reconocerán que Yahveh no otorga la salvación por la espada o por la lanza; porque Yahveh es el dueño de la guerra y él os entregará en nuestras manos'.


Después del terremoto vino fuego; pero tampoco en el fuego estaba Yahveh. Y tras el fuego surgió un suave susurro de brisa.


Cuando los obreros echaron los cimientos del templo de Yahveh, estaban presentes los sacerdotes, con sus vestiduras y trompetas, y los levitas, hijos de Asaf, con los címbalos, para alabar a Yahveh según las prescripciones de David, rey de Israel.


He visto además bajo el sol que no son los veloces quienes ganan la carrera, ni los héroes el combate, que también hay sabios sin pan, inteligentes sin estima, porque en todo interviene la suerte y la desgracia.


Estabas mirando y, de pronto, se desprendió una piedra de la montaña sin intervención de mano alguna, chocó contra los pies de la estatua, que eran de hierro y de arcilla, y los pulverizó.


En el año segundo del rey Darío, el día primero del sexto mes, fue dirigida la palabra de Yahveh por medio del profeta Ageo a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, en estos términos:


'Dí a Zorobabel, gobernador de Judá, lo siguiente: conmoveré el cielo y la tierra;


y dile: 'Así dice Yahveh Sebaot: un hombre llamado Germen, germinará donde está y edificará el templo de Yahveh.


Regresaron con Zorobabel: Josué, Nehemías, Serayas, Reelayas, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvay, Rejún y Baaná. Lista de los hombres del pueblo de Israel:


Investigad en el libro de Yahveh y leed; no falta ni uno de ellos, pues fue su boca quien lo ordenó y su espíritu quien los juntó.


Y temerán desde el occidente el nombre de Yahveh y desde el sol naciente su gloria; pues vendrá como torrente desencadenado al que impulsa el soplo de Yahveh.


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