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Zacarías 2:11 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 ¡Vamos! Sálvate en Sión, tú que moras en Babel.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Y se unirán muchas naciones a Jehová en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Muchas naciones se unirán al Señor en ese día y ellos también serán mi pueblo. Viviré entre ustedes y sabrán que el Señor de los Ejércitos Celestiales me ha enviado a ustedes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Sálvense, habitantes de Sión que viven en Babilonia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Aquel día se unirán a YHVH muchas naciones, y me serán por pueblo, y habitaré° en medio de ti, y conocerás que YHVH Sebaot me ha enviado a ti.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Y muchas naciones se unirán a Jehová en aquel día, y serán mi pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti.

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Zacarías 2:11
36 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Tocó el séptimo ángel. Y hubo grandes voces en el cielo que decían: 'El reino del mundo ha pasado a nuestro Señor y a su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos'.


Sabed, pues, que ya ha sido ya transferida esta salvación de Dios a los gentiles; ellos escucharán'.


luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel'.


Así dice Yahveh: 'Las ganancias de Egipto y el tráfico de Cus, y los sabeos, de alta estatura, a ti pasarán y serán tuyos; en pos de ti irán, con cadenas pasarán, ante ti se postrarán y te suplicarán: 'Sólo en ti hay Dios y nadie más, ningún dios''.


Que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, y así el mundo crea que tú me has enviado.


Porque desde el lugar por donde sale el sol hasta el lugar de su ocaso, mi nombre es grande entre las naciones; y en todo lugar, un sacrificio humeante, una oblación pura, se ofrece a mi nombre, porque grande es mi nombre entre las naciones -dice Yahveh Sebaot-.


En aquel día -oráculo de Yahveh Sebaot- os invitaréis unos a otros bajo la parra y bajo la higuera'.


No obstante, cuando todo esto llegue -y está a punto de llegar-, sabrán que hubo un profeta entre ellos.'


Yahveh, mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el día de angustia, a ti vendrán naciones de los confines de la tierra y dirán: Sólo mentira heredaron nuestros padres, vanidad que de nada sirve.


Pondré entre ellas una señal y enviaré salvados de ellas a las naciones: a Tarsis, Put y Lud, a Mésec y Ros, a Tubal y Yaván, y a las islas lejanas que no han tenido noticia de mí ni han visto mi gloria. Ellos anunciarán mi gloria en las naciones.


Desnudó Yahveh su santo brazo a la vista de todas las naciones, para que todos los confines de la tierra vean la salvación de nuestro Dios.


Que subsista su nombre eternamente, que se extienda su fama en presencia del sol; que las naciones todas se bendigan en él y lo aclamen dichoso.


Padre justo, realmente el mundo no te conoce, pero yo sí te conozco; y éstos han conocido que tú me has enviado.


Yo en ellos y tú en mí, para que lleguen a ser consumados en uno, y así el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado como tú me has amado a mí.'


La misma ley valdrá para el indígena y para el extranjero que habita en medio de vosotros'.


Y ahora el Señor Yahveh me ha enviado con su espíritu. Acercaos a mí y escuchad esto: 'No hablé en secreto desde el principio, desde el tiempo en que esto sucedió, allí estaba yo.


naciones numerosas llegarán y dirán: 'Venid, subamos al monte de Yahveh, al templo del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos y sigamos sus senderos'. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Yahveh.


Por eso, así dice Yahveh: me vuelvo hacia Jerusalén con piedad, en ella será reedificado mi templo -oráculo de Yahveh Sebaot-, y se tenderá sobre Jerusalén la cuerda de medir.


Después alcé mis ojos y tuve una visión: vi un hombre que tenía en su mano una cuerda de medir.


Así dice Yahveh Sebaot: quiero volver a Sión y habitar en Jerusalén. Jerusalén se llamará Ciudad Fiel, y el monte de Yahveh Sebaot Monte Santo.


Quiero traerlos a casa, para que habiten en Jerusalén. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios con verdad y con justicia'.


¡Afuera! ¡Afuera! ¡Salid de allí! ¡No toquéis nada impuro! ¡Salid de en medio de ella, purificaos los que lleváis los vasos de Yahveh!


Huid de Babilonia, salid del país de los caldeos. Sed como machos cabríos al frente del rebaño.


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