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Zacarías 11:10 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Tomé, pues, mi cayado Gracia y lo rompí, rompiendo así la alianza que había hecho con todos los pueblos.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Tomé luego mi cayado Gracia, y lo quebré, para romper mi pacto que concerté con todos los pueblos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Entonces tomé mi vara llamada Favor y la partí en dos para mostrar que había revocado el pacto que había hecho con todas las naciones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 En seguida tomé el bastón llamado Bondad y lo rompí; y fue rota la alianza que Dios había hecho con los pueblos vecinos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y tomé mi cayado Gracia y lo quebré, en señal de que anulaba mi pacto con todas las tribus.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Y tomé mi cayado Gracia y lo quebré, para deshacer mi pacto que yo había hecho con todos los pueblos.

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Zacarías 11:10
20 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces apacenté las ovejas de matanza destinadas a los tratantes. Tomé dos cayados; a uno lo llamé Gracia y al otro lo llamé Unión. Así apacenté las ovejas.


Pero tú le has desechado y despreciado, te has airado con tu ungido,


No nos desprecies por amor a tu nombre, no deshonres el trono de tu gloria. ¡Acuérdate! ¡No rompas tu alianza con nosotros!


Os aseguro que no pasará esta generación sin que todo suceda.


Y dijo Yahveh: 'Llámalo 'No-mi-pueblo', porque ni vosotros sois mi pueblo ni yo soy vuestro Dios'.


Sobre nosotros vengan las dulzuras del Señor, de nuestro Dios. Consolida en nosotros la acción de nuestras manos, la acción de nuestras manos fortalece.


Por eso, éste es el oráculo de Yahveh, Dios de Israel: yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre caminarían en mi presencia por siempre. Pero ahora -oráculo de Yahveh-, ¡lejos de mí tal cosa! Porque yo honro a los que me honran y desprecio a los que me desprecian.


Pasadas las sesenta y dos semanas matarán al ungido y nada quedará. Vendrá un príncipe con su tropa y destruirá la ciudad y el santuario. El final será un cataclismo, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones decretadas.


'Di a la casa de Israel: así dice el Señor Yahveh: mirad: voy a profanar mi santuario, orgullo de vuestra potencia, encanto de vuestros ojos, y anhelo de vuestras almas; y vuestros hijos y vuestras hijas, los que habéis dejado, caerán a espada'.


Desde Sión, corona de beldad, se manifiesta,


Cuantos fueron los días que empleasteis en explorar el país, cuarenta días, otros tantos serán los años que cargaréis con el peso de vuestras iniquidades: cuarenta años, un año por día. Así experimentaréis lo que es apartarse de mí.


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