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Sofonías 2:15 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Ésta es la ciudad alegre, que vivía confiada y decía en su corazón: '¡Yo, y nadie más que yo!'. ¡Cómo ha sido devastada! ¡Es una guarida de fieras! Todo el que pase por ella silbará y agitará su mano.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Esta es la ciudad alegre que estaba confiada, la que decía en su corazón: Yo, y no más. ¡Cómo fue asolada, hecha guarida de fieras! Cualquiera que pasare junto a ella, se burlará y sacudirá su mano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Esta es la ruidosa ciudad que un día fue tan segura. «¡Yo soy la más grande! —se jactaba—. ¡No hay otra ciudad que se compare conmigo!». Sin embargo, ahora, miren la ruina en la que se convirtió, un refugio de animales salvajes. Todo el que pase por allí se reirá con desdén y sacudirá su puño en señal de desafío.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Ese será el fin de la ciudad alegre, que se sentía segura y que decía en su interior: 'Yo y nadie más que yo. ¿Y por qué, ahora no es más que un montón de ruinas donde se guarecen los animales? Todos los que pasan por allí silban, haciendo señas con la mano.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Esta es la ciudad alegre que vivía despreocupada; que decía en su corazón: Nadie más que yo. ¡Cómo se ha tornado en horror, en madriguera de fieras! Cualquiera que pase junto a ella silbará meneando la mano.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Esta es la ciudad alegre que estaba confiada, la que decía en su corazón: Yo, y no más. ¡Cómo fue en asolamiento, en cama de bestias! Cualquiera que pasare junto a ella silbará, agitará su mano.

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Sofonías 2:15
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

'Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro. Así dice el Señor Yahveh: Tu corazón se ha envanecido y dices: 'Soy un dios, morada de dioses ocupo en el corazón de los mares' -cuando sólo eres un hombre y no un dios, aunque al corazón de Dios equiparas tu corazón-.


Irremediable es tu desastre, incurable tu llaga. Cuantos oigan hablar de ti contra ti aplaudirán, porque, ¿sobre quién no pesó tu incesante maldad?


henchida de alborotos, ciudad estrepitosa, villa bullanguera? Tus caídos no cayeron a espada, no murieron en campaña.


¿Podrás decir ante tus verdugos: 'Soy un dios' -siendo como eres un hombre y no un dios-?


Sámek. Contra ti batieron palmas cuantos pasaban por el camino; silbaron y movieron la cabeza contra la hija de Jerusalén: '¿Es ésta la ciudad que llamaban primor de hermosura, delicia de toda la tierra?'.


Álef. ¡Ay, cómo se sienta solitaria la ciudad populosa! Es como una viuda la grande entre las naciones. La princesa entre las provincias está sujeta a tributo.


Haré de esta ciudad un horror y una rechifla: todo el que pase por ella quedará horrorizado y rechiflará a causa de todas sus heridas.


Los que pasaban por allí lo insultaban, moviendo la cabeza


Habla y di: así dice el Señor Yahveh: Aquí estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, cocodrilo gigante, recostado en medio de sus Nilos, que dice: 'Mis Nilos son míos; yo los he hecho'.


Los comerciantes en los pueblos silban por ti. Eres objeto de espanto; jamás volverás a existir.'


Álef. ¡Ay, cómo oscureció en su ira el Señor a la hija de Sión! Precipitó del cielo a la tierra el esplendor de Israel; no se acordó del escabel de sus pies el día de su ira.


Mujeres descuidadas, levantaos, escuchad ni voz; hijas confiadas, atended a mi palabra:


Aplaude la gente cuando ve su ruina; silban contra él en todas partes.


Yo también hablaría como vosotros si estuviérais en mi lugar: os abrumaría con palabras moviendo ante vosotros la cabeza;


Estremeceos las descuidadas, temblad las confiadas, despojaos, desnudaos; ceñíos las caderas;


Porque el palacio está abandonado, el tumulto de la ciudad ha cesado, el Ofel y la Torre se han convertido para siempre en cavernas, delicia de onagros, pastizal de rebaños.


para hacer de su país un horror, una rechifla perdurable. Todo el que pasa por él se asombra y menea la cabeza.


Confiabas en tu maldad y decías: 'Nadie me ve'. Tu sabiduría y tu ciencia te han descarriado; pues decías en tu corazón: 'Yo, y nadie más'.


Por la ira de Yahveh no está habitada, toda ella es una paramera. Todo el que pase por Babel se espantará y silbará ante todas sus heridas.


el rey dijo: '¿No es ésta la gran Babilonia que yo he construido para residencia real con el poder de mi fuerza y para gloria de mi majestad?'.


Es espantoso y terrible: impone su ley y su poder como le place.


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