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Santiago 4:12 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Uno es el legislador y juez: el que puede salvar o perder. Pero tú, ¿quién eres para juzgar al prójimo?

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Biblia Reina Valera 1960

12 Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Solo Dios, quien ha dado la ley, es el Juez. Solamente él tiene el poder para salvar o destruir. Entonces, ¿qué derecho tienes tú para juzgar a tu prójimo?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Uno solo es juez: Aquel que hizo la Ley y que puede salvar y condenar. Pero, ¿quién eres tú para juzgar al prójimo?

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Uno solo es el Legislador y Juez, el que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres, que juzgas al prójimo?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 Uno es el dador de la ley, que puede salvar y perder, ¿quién eres tú que juzgas a otro?

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Santiago 4:12
11 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¿Quién eres tú para juzgar al criado ajeno? Si está de pie o caído, eso es cosa de su amo. Pero se mantendrá en pie, que el Señor tiene poder para sostenerlo.


No tienes, por tanto, excusa, quienquiera que seas, que te eriges en juez. Pues cuando condenas a otro, a ti mismo te condenas, ya que tú, que te eriges en juez, practicas aquellas mismas cosas.


No tengáis miedo a los que matan el cuerpo; que al alma no pueden matarla. Temed más bien a quien tiene poder para hacer que perezcan cuerpo y alma en la gehenna.


Porque Yahveh es nuestro juez, Yahveh nuestro legislador, Yahveh nuestro rey, él nos salvará.


No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser juzgados. Mirad que el juez está ya a la puerta.


De ahí que definitivamente pueda salvar a los que por medio de él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder a favor de ellos.


Por lo tanto, no nos constituyamos ya más en jueces unos de otros; al contrario, lo que habéis de juzgar es, más bien, esto: no poner a vuestro hermano tropiezo o motivo de caída.


¡Pero, hombre! ¿Quién eres tú para replicar a Dios? ¿Acaso le dirá la vasija al alfarero: por qué me hiciste así?,


Os voy a indicar a quién habéis de temer: temed a quien, después de haber matado, tiene poder para arrojar a la gehenna. Sí, os lo repito: a ése habéis de temer.


'¿Quién es ese que oscurece mis planes con razones vacías de sentido?


Pero Nabal respondió a los siervos de David: '¿Quién es David y quién el hijo de Jesé? Muchos son hoy los siervos que andan huidos de sus amos.


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