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Salmos 89:18 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Tú eres, en efecto, la gloria de su fuerza y por tu amor levantas nuestra frente.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Porque Jehová es nuestro escudo, Y nuestro rey es el Santo de Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Así es, nuestra protección viene del Señor, y él, el Santo de Israel, nos ha dado nuestro rey.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Nuestro escudo está en la mano del Señor nuestro rey, en manos del Santo de Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Pues de YHVH es nuestro escudo, Del Santo de Israel, nuestro Rey.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 Porque Jehová es nuestra defensa; y nuestro Rey es el Santo de Israel.

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Salmos 89:18
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Reina el Señor sobre los pueblos, Dios está en su trono santo.


y así quiero alabarte al son del arpa, por tu verdad, mi Dios; y quiero salmodiarte con la cítara, oh santo de Israel.


Porque Yahveh es nuestro juez, Yahveh nuestro legislador, Yahveh nuestro rey, él nos salvará.


Pues yo, Yahveh, soy tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador. Doy a Egipto por tu rescate, a Cus y a Sebá por ti.


Exulta y grita jubilosa, población de Sión; que es grande en medio de ti el Santo de Israel'.


¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de culpa, ralea de malhechores, hijos corrompidos! Abandonaron a Yahveh, despreciaron al Santo de Israel, se volvieron atrás.


En tus atrios un día vale mil: yo prefiero estar en la puerta de la casa del Señor, que habitar en las tiendas del impío.


Así dice Yahveh, vuestro redentor, el Santo de Israel: por amor vuestro envío contra Babilonia para hacer saltar los cerrojos de sus cárceles. Los gritos de los caldeos se tornan en lamentos.


Continuarán los humildes teniendo alegría en Yahveh, y los indigentes en el Santo de Israel gozarán,


No adquirieron el país por la fuerza de su espada, ni fue su propio brazo quien les dio la victoria sino tu diestra y tu brazo y la luz de tu presencia, porque los amabas.


Después de estos sucesos, Yahveh dirigió la palabra a Abrán en una visión, diciéndole: 'No temas, Abrán. Yo soy tu escudo; tu recompensa será muy grande'.


apartaos del camino, desviaos del sendero, dejadnos en paz con tanto repetir: ¡El Santo de Israel!'.


Busca sólo en Dios reposo, alma mía: él es en quien yo espero;


Entonces Ana hizo esta plegaria: 'Salta de júbilo mi corazón por Yahveh, mi poder se exalta en Yahveh; mi boca se abre contra mis enemigos, pues me he alegrado con tu ayuda.


Él hace que su pueblo alce la frente, orgullo para todos sus amigos, los hijos de Israel, sus allegados. Aleluya.


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