Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Salmos 88:4 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Saturado estoy de males, y mi vida tocando en el seol;

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

4 Soy contado entre los que descienden al sepulcro; Soy como hombre sin fuerza,

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Estoy como muerto, como un hombre vigoroso al que no le quedan fuerzas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Me cuentan entre los que bajan a la fosa, soy un hombre acabado,

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Soy contado entre los que descienden al sepulcro, He llegado a ser como un varón sin fuerza,

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Soy contado con los que descienden a la fosa, soy como hombre sin fuerza:

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Salmos 88:4
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

De David. A ti, Señor, yo clamo, no te estés, mi roca, mudo, no sea que si tú callas en mi caso, me iguale a los que descienden a la fosa.


Tuvimos dentro de nosotros mismos la sentencia de muerte para que no confiemos en nosotros mismos, sino en el Dios que resucita a los muertos.


En seguida, respóndeme, Señor: el aliento me falta. No me ocultes tu rostro y que me iguale a los que bajan a la fosa.


Para mis opresores soy ludibrio y un objeto de escarnio a mis vecinos; para mis conocidos un espanto: al verme por la calle me rehúyen.


Es cierto que fue crucificado en razón de la debilidad; pero vive por el poder de Dios. Y así, también nosotros participamos de su debilidad, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros.


Efectivamente, estando aún nosotros desvalidos, Cristo murió, a su tiempo, por quienes estaban alejados de Dios. -


El agua me alcanzaba hasta el cuello, el abismo me envolvía, las algas se enredaban en mi cabeza.


entonces te haré bajar con los que bajan a la fosa, con los hombres de otro tiempo; te obligaré a residir en el país de los abismos, entre ruinas sempiternas, con los que bajan a la fosa, para que no vuelvas a ocupar un lugar en el país de los vivos.


A ti clamo, Señor, a mi dueño suplico.


Mi vida se agota, mis días se apagan: sólo el sepulcro me espera.


despreciado y abandonado de los hombres, varón de dolores, familiarizado con la dolencia, como aquél ante quien se tapa el rostro, despreciado, de modo que no le hicimos caso.


Me hartó de amarguras, me embriagó de ajenjo.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម