Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Salmos 85:4 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 tú reprimes tu enojo, retornando del fuego de tu ira.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

4 Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación, Y haz cesar tu ira de sobre nosotros.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Ahora, restáuranos, oh Dios de nuestra salvación; aparta tu enojo de nosotros una vez más.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Restablécenos, Dios, salvador nuestro, pon fin a tu resentimiento con nosotros.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación, Y haz cesar tu ira de sobre nosotros.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Restáuranos, oh Dios, salvación nuestra, y haz cesar tu ira de sobre nosotros.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Salmos 85:4
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Delante de Efraín, Benjamín y Manasés aviva tu pujanza y ven para librarnos.


Tú nos haces burla de vecinos, los enemigos se mofan de nosotros.


Pero yo fijaré mi vista en Yahveh, esperaré en el Dios de mi salvación: mi Dios me escuchará.


Conviértenos a ti, Yahveh, y nos convertiremos; renueva nuestros días como antaño,


Nunca más de ti nos tornaremos: permítenos vivir e invocaremos tu nombre.


De David. El Señor es mi luz y mi socorro, ¿de quién he de temer? El Señor es el alcázar de mi vida, ¿de quién he de temblar?


en tí, mi Dios, confío. Que no sufra vergüenza, que no tengan en mí mis enemigos motivo de alegría.


En nombre de tu justicia, aparta, Señor, tu ira y tu furor de Jerusalén, tu ciudad, tu santa montaña; pues, por nuestros pecados y por las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos los que nos rodean.


Oigo muy bien a Efraín lamentarse: 'Me has castigado y aguanté el castigo como novillo no domesticado. Conviérteme, que quiero convertirme, pues tú eres Yahveh, mi Dios.


Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, pues la salvación viene de los judíos.


Pues aún un poco, un poquito, y mi furor se colmará. y mi ira los acabará'.


Mas él, enternecido, cubría su pecado y no los destruía, reteniendo su ira muchas veces, no dejando avivar todo su enojo,


Echaron luego sobre él un gran montón de piedras, que subsiste hasta hoy. Así calmó Yahveh el furor de su cólera. Por eso aquel lugar se llama hasta hoy Valle de Acor.


Aquel día dirás: 'Te alabo, Yahveh, pues aunque te habías enojado contra mí, se calmó ya tu ira y me has consolado.


No daré curso al ardor de mi ira, no volveré a destruir a Efraín, porque yo soy Dios, y no un hombre; yo soy el Santo en medio de ti, por eso no vendré para destruir.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម