Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Salmos 74:2 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Acuérdate del grupo que adquiriste en otro tiempo, que redimiste como tribu de tu herencia y del monte Sión, en donde habitas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

2 Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos, La que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia; Este monte de Sion, donde has habitado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Recuerda que somos el pueblo que elegiste hace tanto tiempo, ¡la tribu a la cual redimiste como tu posesión más preciada! Y acuérdate de Jerusalén, tu hogar aquí en la tierra.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Acuérdate de tu comunidad, que antiguamente adquiriste y rescataste para que fuera tu tribu y heredad con el monte Sión donde tú moras.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Acuérdate de tu congregación, La que adquiriste desde tiempos antiguos, La que redimiste para hacerla tribu de tu heredad, Y de este monte Sión, donde has habitado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Acuérdate de tu congregación, que tú compraste de antiguo, la vara de tu heredad, la cual redimiste; este monte de Sión, donde has habitado.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Salmos 74:2
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No es como la de éstos la porción de Jacob, porque él es quien formó el universo, y su tribu hereditaria es Israel. Yahveh Sebaot es su nombre.


la parte de Yahveh fue su pueblo, Jacob, la porción de su heredad.


Cayeron sobre ellos el terror y el pánico; enmudecieron como piedras ante el poder de tu brazo, hasta que tu pueblo pasó, ¡oh Yahveh!, hasta que pasó este pueblo que tú te has adquirido.


Guiaste con tu gracia al pueblo que rescataste, con poder lo has conducido a tu santa morada.


A Jacob eligió él para sí, a Israel para ser su propiedad.


mientras que a vosotros os tomó Yahveh y os sacó del horno de hierro, de Egipto, para que fuerais el pueblo de su heredad, como lo sois hoy.


Y cantan un cántico nuevo, diciendo: 'Digno eres de tomar el rollo y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado, y rescataste para Dios con tu sangre a hombres de toda tribu y lengua y pueblo y nación.


el cual se entregó por nosotros, para rescatarnos de toda iniquidad y para purificarnos, haciendo de nosotros un pueblo que fuera su patrimonio, dedicado a buenas obras.


Tened cuidado de vosotros mismos y de toda la grey, en la cual el Espíritu Santo os ha constituido inspectores para pastorear la Iglesia de Dios que él se adquirió con su propia sangre.


No es como la de éstos la porción de Jacob, porque él es quien formó el universo, y su tribu hereditaria es Israel. Yahveh Sebaot es su nombre.


¿Por qué nos dejaste errar, Yahveh, lejos de tus caminos; endurecerse nuestros corazones de modo que no te temíamos? Vuelve por amor de tus siervos, de las tribus de tu herencia.


en todas sus angustias. No fue un mensajero ni un ángel: él en persona los salvó. Por su amor y su piedad, él mismo los redimió, los levantó y los llevó todos los días de antaño.


Los llamarán 'Pueblo santo', 'Redimidos de Yahveh'. A ti te llamarán 'Buscada', 'Ciudad no abandonada''.


Por ella volverán los salvados por Yahveh. Vendrán a Sión con júbilo, habrá eterna alegría sobre sus cabezas. Alegría y gozo serán su compañía, pesadumbre y gemido se alejarán.


Enojóse el Señor contra su pueblo, llegando a abominar de su heredad.


Tú eres el hacedor de maravillas, el que diste a conocer tu fuerza entre las naciones,


Montaña de Dios, montaña de Basán, montaña de altos picos, montaña de Basán,


Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él eligió por su heredad.


En ti esperan los que saben de tu nombre, pues tú no abandonas, Señor, al que te busca.


Sin embargo, son tu pueblo, tu heredad, que sacaste fuera con tu gran poder y brazo tenso'.


Pero yo suplicaba a Yahveh, diciéndole: 'Señor Yahveh, no destruyas a tu pueblo, a tu heredad, que redimiste por tu grandeza y sacaste de Egipto con mano fuerte.


Zain. Celebrad al Señor, que mora en Sión, proclamad entre las gentes sus acciones.


El Señor no deja solo a su pueblo ni abandona su heredad.


Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas; ni de día ni de noche, nunca jamás callarán. Vosotros, que recordáis a Yahveh, no os concedáis reposo.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម