Salmos 69:14 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁴ Por mi parte, Señor, a ti va mi plegaria en el tiempo propicio. Por la grandeza de tu amor, respóndeme con la fidelidad de tu socorro.

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁴ Sácame del lodo, y no sea yo sumergido; Sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁴ Rescátame del lodo; ¡no dejes que me hunda aún más! Sálvame de aquellos que me odian y sácame de estas aguas profundas.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁴ Sácame del barro, que no me hunda; líbrame del vértigo del agua profunda.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁴ Sácame del lodo, y no dejes que me hunda; Sea yo libertado de los que me aborrecen, Y de las profundidades de las aguas.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁴ Sácame del lodo, y no dejes que me hunda; sea yo librado de los que me aborrecen, y de las aguas profundas.

Salmos 69:14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Salmos 144:7

Extiende tú la mano de lo alto, arráncame y libérame de las aguas caudalosas, del poder de los hijos de extranjero,

Salmos 109:21

Y tú, Señor Dios mío, actúa, por tu nombre, en mi favor, libérame, conforme a tus bondades.

Lucas 19:27

Y por lo que respecta a aquellos enemigos míos que no querían que yo fuera su rey, traedlos aquí y degolladlos delante de mí'.

Lucas 19:14

Pero sus compatriotas lo aborrecían; y enviaron tras él una embajada que dijera: 'No queremos que éste sea nuestro rey'.

Marcos 15:34

Y a la hora nona clamó Jesús con voz potente: ' Eloí, Eloí, lemá sabactaní '. Lo cual quiere decir: '¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has desamparado? '.

Lamentaciones 3:55

Qof. Invoqué tu nombre, Yahveh, desde lo más hondo de la fosa.

Salmos 109:3

Con odio me acorralan y sin razón me hacen la guerra.

Salmos 69:15

Libérame del cieno y no me anegue, que me pueda salvar del que me odia, de las aguas profundas:

Salmos 42:7

a él, mi Dios. Mi alma está abatida en mí; por eso te recuerdo desde la tierra del Jordán, desde los Hermones y el monte de Mizar.

Salmos 42:2

Como anhela la cierva al lado del torrente, así te anhela a ti, oh Dios, el alma mía.

Salmos 35:19

No se rían de mí mis falaces enemigos, ni se guiñen el ojo los que sin causa me aborrecen.

Salmos 86:5

Tú eres bueno, Señor, e indulgente, generoso en favores para todo el que te invoca.

Jonás 2:8

Cuando en mí desfallecía mi alma, me acordé de Yahveh y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo templo.