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Salmos 66:3 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 decidle: '¡Cuán temibles son tus obras!'. Por tu mucho poder, tus mismos enemigos te cortejan,

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Biblia Reina Valera 1960

3 Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Díganle a Dios: «¡Qué imponentes son tus obras! Tus enemigos se arrastran ante tu gran poder.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Digan a Dios: ¡Qué terribles son tus obras! Tu fuerza es tal que tus enemigos se convierten en tus aduladores.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Decid a ’Elohim: ¡Cuán admirables son tus obras! Por la grandeza de tu poder, se someterán a ti tus enemigos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.

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Salmos 66:3
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Tú me libras de chusmas en motín y me pones al frente de naciones: pueblos ignotos me rinden pleitesía.


Dichoso el que tú eliges, y que atraes a morar en tus atrios: nos saciaremos de los bienes de tu casa y de las ofrendas santas de tu templo.


como nada humillaría a su adversario, alzaría mi mano contra sus enemigos.


Batid palmas, pueblos todos, aclamad al Señor con voces de alegría.


Yahveh es el Dios verdadero, el Dios vivo y el Rey eterno. Ante su ira tiembla la tierra, y las naciones no soportan su furor.


Entrarán en las cavernas de las rocas y en los antros de la tierra ante el terror de Yahveh, ante el esplendor de su majestad, cuando se levante para hacer temblar la tierra.


que nunca hasta entonces se habían oído! Ningún oído escuchó, ningún ojo vio que un Dios, fuera de ti, obre así con quien espera en él.


Haced votos y cumplidlos al Señor, vuestro Dios: que todos los del entorno traigan dones al terrible,


desde tu santuario en Jerusalén- y a ti los reyes traerán presentes.


María les entonaba este estribillo: 'Cantad a Yahveh, pues se cubrió de gloria: caballos y jinetes precipitó en el mar'.


'¡Soberanía y temible poder al que mantiene la paz en las alturas!


Los hijos de extranjeros me agasajan, tan sólo con oírme me obedecen.


Por eso te glorifica un pueblo fuerte, la villa de los poderosos te teme,


Levantad a lo alto vuestros ojos y mirad: ¿quién creó aquello? Él saca en orden su ejército, llama por su nombre a todos ellos; ante el grande en poder y ante el potente en fuerza ni uno solo falta.


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