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Salmos 56:6 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Todo el día me apenan con mi suerte, su pensar sobre mí es todo para mal.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Se reúnen, se esconden, Miran atentamente mis pasos, Como quienes acechan a mi alma.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Se juntan para espiarme; vigilan cada paso que doy, ansiosos de matarme.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Se agrupan, se ocultan, me siguen el rastro, se lanzan a la caza de mi vida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Se reúnen, acechan, observan mis pasos, Esperan atrapar mi alma.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Se reúnen, se esconden, miran atentamente mis pasos, acechan mi alma.

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Salmos 56:6
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

pues ya dicen de mí mis enemigos y los que espían mi vida confabulan:


libérame del autor de maleficios, del hombre sanguinario ponme en salvo.


Líbrame, Señor, del hombre malo, presérvame del hombre violento:


Luego ellos se pusieron a acecharlo y le enviaron espías que fingieran ser hombres virtuosos, para sorprenderlo en alguna palabra, con el fin de entregarlo al poder y autoridad del procurador.


Llegada la mañana, todos los pontífices y los ancianos del pueblo, en consejo contra Jesús, tomaron el acuerdo de hacerle morir;


Los que arrestaron a Jesús lo condujeron a casa del sumo sacerdote Caifás, donde se habían reunido los escribas y los ancianos.


Pues bien, como Daniel sobresalía entre los inspectores y los sátrapas, porque poseía un espíritu extraordinario, el rey pensó ponerlo al frente de todo el reino.


Yo oía el cuchicheo de la gente: ¡Terror en derredor! ¡Denunciadlo! ¡Denunciémoslo! Todos mis amigos están espiando un desliz mío: 'A ver si se deja seducir; le dominaremos y de él nos vengaremos'.


Si alguien te ataca, no será de mi parte; quien te ataque, ante ti caerá.


Ten en cuenta, Señor, los ultrajes de tus siervos -los de numerosos pueblos que yo aguanto en mi seno-,


Elévate, Señor, sobre los cielos, sobre toda la tierra, tu esplendor.


Sade. Al acecho del justo está el impío, buscando cómo pueda darle muerte;


¿Acaso no ve él mis caminos y no cuenta todos mis pasos?


Aun cuando contaras mis pasos, no te fijarías ya en mi pecado.


Me amenazan con la boca abierta, como ultraje golpean mi mejilla, juntos se amotinan contra mí.


No aceches, impío, la casa del justo, no destruyas su morada;


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