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Salmos 55:21 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Ponen su mano en los amigos y violan la alianza;

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Biblia Reina Valera 1960

21 Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla, Pero guerra hay en su corazón; Suaviza sus palabras más que el aceite, Mas ellas son espadas desnudas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Sus palabras son tan suaves como la mantequilla, pero en su corazón hay guerra. Sus palabras son tan relajantes como una loción, ¡pero por debajo son dagas!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 su boca es más untuosa que una crema pero su corazón es agresivo; sus palabras, más suaves que el aceite, son espadas desenvainadas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Su boca fue más blanda que la mantequilla, Pero en su corazón había guerra; Más suaves que el aceite fueron sus palabras, Pero eran puñales.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

21 Las palabras de su boca fueron más blandas que mantequilla, pero guerra había en su corazón; suavizó sus palabras más que el aceite, mas ellas fueron espadas desenvainadas.

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Salmos 55:21
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

que envíe él desde el cielo y me libere, que execre a mi opresor, Selah que revele su gracia y su verdad.


No me arrastres en el haz de los impíos, con los agentes de maldad que hablan de paz con sus vecinos, con malicia en su interior.


La lengua mentirosa produce víctimas, la boca lisonjera provoca la ruina.


Ocúltame ante el motín de los malvados, ante el tropel de los fautores de maldad.


Salva, Señor, pues se acaban los piadosos, se terminan los fieles de entre los hijos de los hombres.


También Judas, el que lo iba a entregar, preguntó: '¿Acaso soy yo, Rabbí? '. Él le contesta: 'Tú lo has dicho'.


Hay quien, hablando, hiere como espada; la lengua de los sabios es medicina.


¿Hasta cuándo vuestra saña contra uno, para entre todos abatirle, como un muro inclinado o la tapia que está para caer?


Durante la cena, cuando ya el diablo había metido en el corazón de Judas Iscariote, el de Simón, la idea de entregarlo,


Regresan por la tarde, ladrando como perros, corriendo la ciudad.


Saúl ordenó a sus servidores: 'Hablad a David confidencialmente y decidle: 'Mira que el rey te estima y todos sus servidores te tienen afecto; no pierdas la ocasión de hacerte yerno del rey''.


Y, en segundo lugar: ¿a quién vengo a servir, sino a su hijo? Como serví a tu padre, así te serviré a ti'.


¿Quién fue a su encuentro impunemente? ¡Nadie bajo la capa del cielo!


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