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Salmos 49:5 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 voy a centrar mi atención en un proverbio y exponer al son del arpa mi sentencia.

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Biblia Reina Valera 1960

5 ¿Por qué he de temer en los días de adversidad, Cuando la iniquidad de mis opresores me rodeare?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 ¿Por qué tendría que temer cuando vienen dificultades, cuando los enemigos me rodean?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 ¿Por qué temer en días de desgracia, cuando me cercan el mal y la traición

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 ¿Por qué he de temer los días aciagos, Cuando me rodee la perversidad de mis opresores,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 ¿Por qué he de temer en los días de adversidad, cuando la iniquidad de mis acechadores me rodee?

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Salmos 49:5
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

y me ha dicho: 'No tengas miedo, Pablo; tú has de comparecer ante el César, y en vista de ello, Dios te ha concedido la vida de todos los que navegan contigo'.


sin dejaros amedrentar en nada por los adversarios. Esto será para ellos indicio cierto de perdición y para vosotros, de salvación. Y esto procede de Dios.


aprovechando bien el momento presente, porque corren malos tiempos.


Por eso, el prudente se calla en esta hora, porque es hora de infortunio.


No consideran en su corazón que yo tengo presente su maldad: sus acciones los asedian, las tengo delante de mi rostro.


Si te muestras débil en el día aciago, escasa es tu fuerza.


El malvado se enreda en sus propias maldades y es capturado en el lazo de su culpa.


No hay en mi carne parte sana, a causa de tu enojo; no hay reposo en mis huesos, debido a mis pecados.


Aunque hubiera de ir por los valles sombríos de la muerte, ningún mal temería, pues conmigo estás tú: tu bastón y tu cayado me confortan.


Mi garganta está, como una teja, seca y mi lengua, pegada al paladar: me has reducido a polvo inanimado.


Que no caiga ahora mi sangre en tierra, lejos de la faz de Yahveh. El rey de Israel ha salido en busca de una pulga, como se persigue una perdiz en los montes'.


Sea Dan como serpiente en el camino, como víbora junto a la senda, que muerde la pezuña del caballo y hace caer de espaldas al jinete.


Entonces Balaán profirió su oráculo diciendo: 'De Aram me hace venir Balac, de los montes de Oriente el rey de Moab: ¡Ven y maldíceme a Jacob! ¡Ven y execra a Israel!


quiero abrir en parábolas mi boca, hacer fluir enigmas de otros tiempos.


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